En el mundo de la moda podemos ver fotos de hermosas modelos realzadas gracias al Photoshop. Ya nadie piensa que esas mujeres y hombres sean tan hermosos. Son perfectos, pero necesitan la ayuda de los fotógrafos y los retocadores para ser más cercanos a los dioses. Cualquiera, salvo servidor, podría aparecer en la portada de las revistas de moda gracias al retoque.
Aunque ya lo apunté en el artículo anterior, voy a enumerar los requisitos que tiene que cumplir una fotografía para que merezca la pena trabajarla con estas técnicas que me enseñó Natalia Taffarel:
- Tiene que ser un archivo de alta calidad. No vale una hecha con una cámara compacta, en jpeg comprimido y un poco movida. No es que no valga, es que no tiene sentido trabajarla. Pero somos libres.
- Para empezar a practicar merece la pena un primer plano bien iluminado. Si no lo puedes conseguir, puedes encontrar fotografías de modelos libres de derechos en algunas páginas.
- Antes de empezar a trabajar con esta técnica, conviene saber que es necesario que tengamos un nivel medio alto de Photoshop, Adobe Camera RAW… Es la mejor forma de no hacer las cosas mecánicamente y pensar qué estamos haciendo, cómo y por qué.
- Los buenos resultados no los vamos a conseguir a la primera, ni al décimo intento. Es cuestión de mucho tiempo y trabajo. Un día nos levantaremos, nos pondremos delante del ordenador, y las cosas empezarán a salir.
- Por no saber hacer un buen dodge&burn no seremos malos fotógrafos, pero nuestro trabajo tendrá peor aspecto. Una buena fotografía nace en el momento del disparo. Todo lo demás es secundario. Está claro que un buen revelado mejorará todo lo que hagamos.
Una vez entendidos los puntos señalados, vamos a ver cómo preparamos nuestra fotografía para proceder al retoque posterior en Photoshop.
Primeros pasos antes del retoque
La manera más lógica para empezar a retocar una imagen es hacer el mejor disparo posible para evitar mejorar lo que podríamos haber hecho en el momento de la captura. Hay que vigilar colores, luz, texturas… La fotografía en formato RAW, no hay otra opción. Y trabajaremos con los objetos inteligentes para tratar cada zona de la fotografía de manera independiente.
La manera más lógica para empezar a retocar una imagen es hacer el mejor disparo posible para evitar mejorar lo que podríamos haber hecho en el momento de la captura.
Esto nos lleva a tener en cuenta el equipo con el que vamos a trabajar. Un buen ordenador para esta técnica se da por descontado, dado el tamaño desaforado y la gran cantidad de capas que van a tener las fotografías durante todo el proceso. Se puede, por supuesto, trabajar con un ratón, que debería tener ajustada la velocidad del puntero lo más lenta posible; pero una buena tableta gráfica, como dije anteriormente, es una opción a tener muy en cuenta (la serie Bamboo de Wacom suele bastar). Yo sigo con mi humilde ratón óptico, porque no termino de hacerme con la tableta. Veamos los pasos:
- Trabajaremos siempre con archivos a 16 bits. Algo que podemos configurar en la ventana de Opciones de flujo de trabajo de ACR.
- Revelaremos en ACR o Lr puesto que utilizan el mismo motor de Adobe. El revelado lo hacemos como siempre, pero evitando utilizar Contraste , para controlarlo, más tarde, con Curvas. Todos estos primeros ajustes los haremos mejor con Exposición y Negros, y con el panel de Curvas. Intensidad y Saturación los usaremos de forma combinada, siempre que veamos la necesidad.
- Un retrato lo podemos dividir en tres partes importantes: piel, ojos y pelo. Eso significa que haremos tres revelados distintos, que darán tres objetos inteligentes. Hay que tener claro desde un principio qué es lo que vamos a hacer. Primero hacemos un revelado para la piel, por ejemplo, y lo abrimos como objeto inteligente en Photoshop.
- A continuación generamos tantos objetos inteligentes como juzguemos necesarios en Capa>Objetos inteligentes>Nuevo objeto inteligente mediante copia. A cada objeto inteligente le añadiremos una máscara de capa en negro (alt+clic Añadir máscara de capa) para que no se vea su efecto, salvo que utilicemos el Pincel en blanco. Es muy importante darle un nombre a cada objeto inteligente para saber qué estamos trabajando en cada uno.
- Ajustaremos cada uno para sacar lo mejor de cada zona desde el archivo RAW. Sacaremos lo que queremos de cada objeto inteligente con Pincel suave (y duro cuando sea necesario) y jugando con la Opacidad para que todo quede armonioso.
- Un buen truco es dar calidez a las luces y frialdad a las sombras con la pestaña Dividir tonos. Es perfecto cuando quieres hacer belleza. También podemos mejorar el color utilizando de forma combinada la Intensidad y la Saturación. Y por supuesto, con mucha delicadeza. La edición exagerada salta a la vista en un momento.
- Una vez tenemos una fotografía que podríamos considerar maestra, generamos una nueva capa que contenga todas las demás (Ctrl+alt+Mayús+E). Ahora es cuando empezamos el retoque en sí.
Poco a poco vamos llegando al meollo de esta historia, que incluye cosas como separación de frecuencias, máscaras de capa, filtros de paso alto, etc…