Método de revelado con objetos inteligentes

Sigo con la serie dedicada a los métodos de revelado, donde analizo y presento los que podemos utilizar para mejorar nuestras fotografías con el procedimiento que más se ajuste a nuestras necesidades. Hoy vamos a repasar los objetos inteligentes.

Los objetos inteligentes es uno de los flujos de trabajo más interesantes que podemos utilizar hoy en día para conseguir un buen revelado de nuestras fotografías. Desgraciadamente sólo podemos trabajar con ellos si tenemos una versión de Adobe Photoshop. Su hermano pequeño Lightroom también es compatible y muchas veces el uso combinado de ambos programas es la mejor solución en muchas ocasiones.

Ya he hablado en FERFOTOblog otras veces de los objetos inteligentes, y siempre he dicho que es el último grito en el mundo del revelado, y lo que marca la diferencia entre Adobe y las demás empresas dedicadas a estos menesteres. A día de hoy ningún programa, fuera de la casa californiana, puede trabajar con ellos. Y es uno de los motivos de la supremacía de Adobe.

Los objetos inteligentes

¿Pero qué son? Podría dar mil definiciones, y todas válidas, pero vamos a acudir a la página de ayuda de Adobe, en la que muchas veces encontramos la respuesta perfecta a nuestra pregunta:

Los objetos inteligentes constituyen capas que contienen datos de imagen procedentes de imágenes rasterizadas o vectoriales como, por ejemplo, archivos de Photoshop o Illustrator. Los objetos inteligentes conservan el contenido original de la imagen con todas sus características originales, de tal modo que posibilitan la edición no destructiva de la capa en cuestión.

Es decir, que permite acudir todas las veces que necesitemos a la información original, en bruto. Ya no hay degradación durante el revelado de la imagen, por lo que siempre tendremos la mayor calidad posible. Si hemos tenido la precaución de disparar en RAW, no hay otro método que obtenga más calidad de imagen. El revelado no será mejor, pero tendremos todos los datos siempre a nuestra disposición.

Tiene tres ventajas para los fotógrafos:

  1. Permite revelados no destructivos. Podemos hacer todo casi todo lo que se nos antoje, incluso el comando Transformaciones, en el caso de que necesitemos trabajar con semejante función. Los datos originales nunca se perderán. Lo único que no podemos usar son las herramientas que modifican el pixel, como Clonar, pincel Corrector
  2. Podemos usar los filtros de modo no destructivo. Además podemos modificarlos cuando lo necesitemos. Hasta ahora estábamos obligamos a volver sobre nuestro pasos en el panel de Historia si queríamos cambiar un Desenfoque gaussiano, por ejemplo.
  3. Permite volver una y otra vez a Adobe Camera RAW.

El problema es que también tiene desventajas trabajar con ellos, pues puede consumir mucho espacio en la memoria y recursos del ordenador. Sin embargo, como siempre digo en mis clases, con los ordenadores de hoy en día esto no debería suponer ningún problema.

El método

Como siempre, tenemos que revelar el archivo de la mejor forma posible antes de empezar a utilizar cualquier flujo de trabajo. De nuevo remito al artículo Los diez pasos de un buen revelado para lograr buenos resultados.

Antes de revelar
Antes de revelar

Debido a las características de este método, podríamos obviar este primer paso pues revelaremos cada zona de forma totalmente independiente, y en cada ajuste aplicaríamos ese decálogo. Pero es una buena opción crear una primera capa inteligente con todo hecho y partir de ella para mejorar cada zona:

Después de los diez pasos
Después de los diez pasos
  1. Abrimos el archivo RAW en ACR y lo revelamos fijándonos sólo en los aspectos generales. La idea ahora es revelar en conjunto y olvidarse de las particularidades de cada zona.
  2. Marcamos, en Opciones de flujo de trabajo, la casilla Abrir en Photoshop como objetos inteligentes. Así transformamos el botón Abrir imagen en Abrir objeto. Podemos hacer lo mismo con el atajo de teclado Mayus+clic.
  3. El archivo se abrirá en Adobe Photoshop como un objeto inteligente. Podemos identificarlo gracias al pequeño icono que se acopla en la miniatura de capa.
  4. Ahora es el momento de decidir cuántas zonas queremos tratar en la fotografía. Cuando lo tengamos claro (esto deberíamos hacerlo antes de ponernos manos a la obra) vamos a Capa>Objetos inteligentes>Nuevo objeto inteligente mediante copia, para evitar copias dependientes. También le damos a cada nueva capa una máscara de capa en negro (Capa>Máscara de capa>Ocultar todo). Si queremos podemos hacer una acción para agilizar el trabajo.
  5. Ajustamos cada objeto inteligente en Adobe Camera RAW sin fijarnos en todo lo demás. Da igual que el cielo se queme si estamos tratando la tierra. Cuando terminemos damos a Aceptar.
  6. De nuevo en Photoshop, activamos la máscara de capa de dicho OI y con la herramienta Pincel en blanco, con la Opacidad necesaria y la Dureza justa vamos descubriendo la zona que hemos tratado.
Copia final
Copia final

Una pequeña variante es formar los objetos inteligentes y en vez de crear una máscara de capa, hacer una selección con la herramienta Lazo y dar al icono Añadir máscara de capa para evitar tener que pintar todo el archivo con la herramienta Pincel.

Ahora mismo es uno de los flujos de trabajo que más utilizo, más que nada por calidad que se consigue y por la fluidez del proceso. ¿Has utilizado este proceso alguna vez?

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