Los diez pasos que vamos a ver a continuación son la rutina que sigo con todas las fotografías para lograr un buen revelado con distintos programas como Adobe Camera RAW y similares.
Este decálogo, como lo he llamado en otras ocasiones, está inspirado en las propuestas de Hugo Rodríguez, uno de los mejores técnicos que podemos encontrar en nuestra piel de toro. Aquí veremos los diez pasos que hemos de seguir, uno detrás de otro, siempre la misma rutina, para no tener que dar nunca un paso atrás. Puede ser el fin o el principio de un revelado más a fondo en Adobe Photoshop. Sin embargo, para los que estáis empezando, son los únicos pasos necesarios para conseguir el mejor revelado posible de nuestros archivos digitales. Empecemos:
1. Ver la fotografía
Parece algo banal y obvio, pero es el paso más importante de todos los que vamos a hacer. En este instante tenemos que descubrir las virtudes y los defectos de nuestra fotografía. Cuáles son sus puntos fuertes y qué es lo que debemos mejorar: que nos fijemos en los límites de su encuadre, en el color, el exceso o la falta de luz. Hay que tener claro qués es lo que podemos hacer, cómo y por qué por si es necesario recortar.
2. Entender el histograma
Ahora confirmamos nuestras apreciaciones técnicas del paso anterior, donde no son tan importantes como es en este paso. Aquí descubrimos el grado de subexposición o sobrexposición de nuestras imágenes, si le falta o le sobra contraste y qué margen de mejora tenemos.
Si llega al extremo derecho tenemos mucha información con la que trabajar. Si no llega habrá ruido. Si la parte central carece de información y los extremos toman mucha altura, estamos ante una fotografía con mucho contraste; si ambos extremos están vacíos, y todo se concentra en la parte central, entonces la imagen tiene poco contraste… Si sabemos lo que pasa, el revelado será más sencillo y no daremos palos de ciego.
3. Corregir los problemas ópticos del objetivo
Los objetivos con los que trabajamos no tienen la calidad que soñamos. Hay que corregir sus distorsiones, sus viñeteados y sus aberraciones cromáticas. Esto era muy complicado hace unos años, pero hoy en día todos los programas -de Adobe a los programas de las propias marcas- permiten hacer las correcciones pertinentes de cualquier objetivo. Si nos saltamos este paso perderemos nitidez y el histograma no será fiel a la realidad final.
También es el momento de quitar las manchas de polvo, algo muy habitual en los sistemas digitales.
4. Reencuadrar la fotografía
Si es necesario -y casi siempre lo es- hay que recortar la fotografía. La mayoría de las imágenes mejoran ajustando el encuadre porque permite centrarse en el elemento principal o eliminar objetos que no deberían estar en los extremos del encuadre.
Muchos piensan que es una agresión gratuita al espíritu de la fotografía que hicimos, pero creo sinceramente que siempre que se pueda mejorar un disparo sólo por recortar es algo lícito. No estamos inventando nada, estamos mejorando la impresión, tal como hacíamos en el laboratorio químico.
5. Neutralizar las dominantes de color
Un buen equilibrio de blancos mejora cualquier fotografía. Siempre recomiendo trabajar con el equilibrio de blancos automático en la cámara, para evitar problemas durante los continuos cambios de iluminación que hacemos en un viaje.
Debido a las diferentes longitudes de onda de los diferentes tipos de iluminación la imagen puede tener dominantes que no apreciamos en su momento o que la cámara ha registrado erróneamente. Los carretes estaban calibrados para luz día, y algunos autores consagrados dejan fijo semejante ajuste, pero con la ayuda de la herramienta adecuada podemos neutralizar y conseguir una foto sin dominantes. En muchos casos la imagen parecerá otra sólo con pinchar con la herramienta correspondiente en una zona sin dominantes, como puede ser el blanco y el gris.
6. Ajustar la luminosidad de la fotografía
Decidimos si queremos la fotografía más oscura o más clara, o nos sirve tal como está. En Camera RAW o Lightroom se controla con Exposición, pero en otros programas sigue denominándose Brillo.
Después de muchas pruebas, he comprobado que si usamos la compensación de exposición en el momento del disparo, sólo tenemos que compensar dicha compensación para conseguir la luminosidad original del encuadre. Es decir, si hemos dado dos puntos positivos de compensación, en nuestro programa de edición tendremos que dar dos puntos negativos de Exposición para conseguir la misma luminosidad de imagen.
7. Contraste
Si subimos el contraste aumenta la saturación de los colores y la imagen parece más enfocada, pero sólo es una sensación. Realmente, con un contraste alto, la imagen tiene más fuerza y carácter, pero es un apreciación subjetiva. Algunos fotógrafos prefieren ajustar el contraste con las Curvas.
8. Ajustar el lado derecho del histograma
Las luces en fotografía digital tienen mucha importancia, pues si las quemamos la vista del espectador irá a por ellas, y puede que desde el punto de vista de la composición no nos interese. Hay que ajustar un blanco absoluto para conseguir una buena copia final. En Adobe tenemos Blancos y Altas luces, que permiten ajustar en primer lugar el valor más alto de blanco y en segundo lugar los tonos que van del gris a ese blanco. Todo depende de nuestros gustos.
9. Arreglar la zona izquierda del histograma
Las zonas oscuras están desatendidas en el momento del disparo. Nos preocupamos de no quemar, pero ahora tienen toda nuestra atención. Tenemos que conseguir al menos un negro absoluto, una pequeña zona de la imagen sin detalle, para tener todo el rango dinámico de nuestra fotografía completo, desde las sombras hasta las luces que hemos arreglado en el paso anterior. Negros y Sombras son sus comandos.
10. Aumento de la acutancia
Para conseguir una mayor sensación de nitidez debemos aumentar el contraste de las zonas medias. Podríamos hacerlo sólo con las Curvas, pero tenemos un parámetro llamado Claridad que lo hace por nosotros. El secreto es ajustarlo hasta que veamos que el histograma empieza a cambiar.
Diez pasos para mandar la fotografía a revelar o para tenerlo en las mejores condiciones posibles para terminarla en Photoshop. Las diferencias entre el antes y el después pueden parecer sutiles, pero hemos marcado la diferencia entre una buena fotografía y otra fabulosa. Y ya sabéis dónde estoy ahora para responder todas vuestras dudas.
Te deseo lo mejor en tu nueva andadura. Me encanta el look de tu blog y me resulta super atractivo los nuevos aires que vas a aportar…. Leo secciones muy interesantes. Yo ya sabes que he abandonado absolutamente la cámara pero nunca el ser espectadora de fotografías que es un arte que me fascina y que además sabes que está muy vinculado con el cine. Pero este artículo de hoy me ha traído recuerdos de cuando intenté engancharme un poquito a la fotografía digital (bueno, quizá regrese a ella) y nos explicaste el mundo mágico del histograma…
Besos
Hildy
Buenas…
Espero que este mensaje suponga el renacer de tus ganas de hacer fotos.
Como ya he comentado ayer tus clases particulares han supuesto para mí un salto enorme en mi conocimiento del arte fotográfico…es decir, he pasado de no tener ni idea de la técnica fotográfica a tener una gran admiración por quienes la dominaís con tanta naturalidad. Hasta ahora Lightroom lo utilizo y mucho para clasificar, mediante palabras claves, las fotos y así poderlas localizar facillmente y para exportarlas …pero ahora quiero ver si soy capaz de seguir los pasos que aquí nos marcas.
Como siempre enhorabuena por tu buena manera de trasladar tus conocimientos
Saludo, soy fotografo de «la Vieja guardia» y me gusta el blog por la relacion que se evidencia en el manejo de la tecnica con la fotografìa analoga. Felicitaciones y estaré siguiéndolos .
Buenas…
Muchas gracias. Vengo de los tiempos pasados y creo firmemente en las virtudes del nuevo mundo. No se puede olvidar todo lo que llevamos aprendido para aprovecharlo en el futuro. Gracias por seguirme.