El flash integrado de las cámaras compactas no sirve para fotografiar por la noche. Tiene otras funciones mucho más interesantes y que hace mucho mejor. Desde luego no sirve sólo para lo que muchos creen, que es iluminar las tomas nocturnas. Tiene algunas posibilidades más y encima las hace mejor.
El flash que incorporan las cámaras compactas y algunas cámaras réflex pocas veces se usa como debería. Su posición, su pequeño tamaño y sobre todo escasa potencia hacen de este pequeño accesorio un gran incomprendido, y una confianza ciega en sus posibilidades, cuando realmente son más bien pocas; sin embargo, son tremendamente interesantes y profundamente desconocidas.
Mitos del flash integrado
En mis cursos mucha gente piensa que el flash de su cámara compacta o el desplegable de su réflex es un dispositivo extraordinario que sirve para iluminar cualquier recoveco de cualquier inmensa catedral en una noche cerrada. Pero sólo provoca sombras duras y una iluminación plana por su poco acertada posición, justo encima del objetivo.
Es totalmente imposible que ilumine algo grande, salvo que subamos el ISO a límites intolerables. El escaso número guía de un flash de estas características garantiza una fotografía subexpuesta. Hoy en día, cuando buscas en las especificaciones técnicas de las cámaras, se olvidan casualmente de poner el número guía del flash -porque poca gente lo demandará- y directamente ponen el alcance en metros, que suele rondar los 2-3 m, siendo muy optimistas.
También hay gente que piensa que el flamante flash de su cámara no provoca sombras duras y que sirve para generar cualquier tipo de iluminación, por lo que si no consigue algún efecto determinado es porque no sabe manejarlo. Esto genera también cierta frustración y hace pensar que la iluminación con flash es realmente más complicada de lo que parece. La culpa desde luego es de la publicidad, pues muestra imágenes con flash perfectas, cuando realmente no es tan sencillo conseguir semejante calidad.
Esto genera también cierta frustración y hace pensar que la iluminación con flash es realmente más complicada de lo que parece.
Otro mito es que el flash sólo sirve para la toma nocturna o para sitios cerrados y que no se puede utilizar bajo ningún concepto en ninguna otra situación. Además parece ser que conviene llevarlo siempre en automático para que se dispare cuando la cámara lo considere necesario, lo que suele ser un engorro cuando el vigilante te echa la bronca por disparar una foto en medio de un museo en el que se prohíbe expresamente la fotografía con flash.
La verdad sobre el flash integrado
Nuestro pequeño complemento no sirve sólo para lo que la mayoría piensa. Tiene funciones mucho más interesantes pero que muy poca gente utiliza. El problema es que los publicistas se les olvida anunciarlos, pero para eso escribo este artículo, para sacar a la luz estos secretos .
La clave de todo es conocer los límites de dichos flashes. Y si hay algo que no podemos hacer es porque ha llegado el momento de comprarnos uno con más prestaciones. O sabemos más de lo que pueden ofrecer estos sencillos flashes.
Es un flash de relleno
Parece una obviedad, pero no lo es. La función del pequeño dispositivo no es otro que rellenar con luz los elementos que están cercanos. ¿Qué quiere decir esto? Que podemos usarlo a plena luz del día para conseguir las luces brillantes, los colores saturados y un punto de luz en las pupilas. Casi podría decirse, que si las baterías duraran, deberíamos llevarlo siempre activo.
La clave está en medir bien la luz y procurar huir de la sobrexposición. La mejor forma de controlarlo es a través de la lectura del histograma. Si conseguimos que roce el extremo derecho es que lo estamos haciendo bien. Este es el verdadero cometido de estos flashes, no iluminar los estadios de fútbol desde los gallineros.
El resultado será más natural en posición tele
Si queremos hacer un retrato de grupo y queremos disparar con el flash y que todo quede perfectamente iluminado, sólo tenemos que alejarnos y llevar el objetivo a la posición tele. Todo aparecerá bien iluminado y no veremos la típica foto con el fondo negro.
No es el momento de meterse con teorías, pero esto ocurre por la forma en la que se propaga la luz. De tal forma que cuanto más lejos llegue la luz más uniforme será su intensidad hasta que se pierda. Es decir, si el objeto está a un metro, todo lo que esté situado a dos tres metros recibirán menos luz. Sin embargo, si el objeto está a cinco metros, lo que esté a seis o siete metros recibirá prácticamente la misma cantidad de luz. Es lo que se conoce como la ley inversa del cuadrado de la distancia.
El flash de sincronización lenta
Este invento, que llevan muchas de las cámaras compactas hoy en día permite disparar el flash con una obturación lenta. Soluciona un problema muy común con el flash.
Seguro que muchos habéis hecho fotos en las que el sujeto aparece perfectamente iluminado y el fondo queda negro. Pues si ponéis este modo de flash conseguiréis fotos perfectamente iluminadas. El flash ilumina el sujeto del primer plano y la obturación lenta, por ejemplo un cuarto de segundo, permite que el sensor grabe la luz más tenue del fondo. Y sólo con poner el flash en dicho modo. Si dejamos la cámara en una superficie estable el resultado será mucho mejor, nada saldrá movido.
Con estos sencillos consejos seguro que mejoramos nuestras fotos con flash integrado. Pero si queréis hacerme caso lo mejor es comprar una unidad independiente. entonces es cuando se empieza a disfrutar de la fotografía con flash.
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