La idea es digitalizar nuestros negativos y diapositivas de una forma rápida, ágil y con una calidad fuera de duda. Con el sistema que propongo tardaremos diez minutos y tendremos todo en formato RAW.
El sistema que paso a describir a continuación es fruto de muchas horas de trabajo con el popular método de ensayo-error, consultas en Internet y mucho tiempo invertido. Supe que iba por el buen camino cuando leí cómo digitalizaron en la ICP, el centro internacional de fotografía de Nueva York, los negativos perdidos de Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour.
Ahora no tenemos tiempo de escanear 36 negativos con un escáner dedicado, como los antiguos Minolta o los más recientes Epson. Por eso, después de muchas pruebas me di cuenta que fotografiar los negativos con un buen equipo puede ser la solución perfecta para dar salida digital a toda mi época química.
Antes de digitalizar negativos y diapositivas
El material necesario es un trípode, una cámara, un objetivo macro, una fuente de luz constante, soporte de película, y por supuesto, nuestras fotografías de 35 mm.
La mejor cámara para la digitalización es una de formato completo, para evitar recortes, pues tiene el sensor del mismo tamaño que los negativos tradicionales. También podemos utilizar otras cámaras con sensores más pequeños, pero en este caso tendremos que asumir recortes de la imagen original o un tamaño muy pequeño de ampliación al alejarnos en exceso para captar todo el fotograma. Las cámaras compactas son una muy buena opción, por su excelente macro, pero no tendremos tanta calidad como si utilizamos una réflex por razones evidentes. Un problema puede ser que carezcan de enfoque manual.
El mejor objetivo que podemos utilizar es un macro, por ejemplo, el SP AF 90mm F/2.8 Di MACRO 1:1. Es uno de los pilares del sistema. Un buen objetivo realza el resultado final. También podemos utilizar otro tipo de objetivos zoom con opción macro (nunca serán 1:1), o los populares y económicos anillos de inversión, o los anillos de extensión. Cualquier opción puede funcionar, pero la mejor, sin duda, es un objetivo macro, con su parasol, montado en una cámara de formato completo.
El trípode fija la cámara y facilita la utilización de aberturas pequeñas para aumentar la profundidad de campo y obtener así la mejor calidad del objetivo. Y utilizar un trípode sin cable disparador o, en su defecto, el autodisparador, no tiene sentido. Si nuestra cámara permite el bloqueo de espejo tendremos que activarlo para impedir cualquier trepidación. Otra solución es colocar la cámara en una mesa de reproducción o en el soporte de una antigua ampliadora, sustituyendo el cabezal por la cámara.
La iluminación que utilicemos tiene que ser constante y calibrada, para evitar dominantes a la hora de realizar las fotografías. Las mesas de luz, antaño imprescindibles para el fotógrafo que quería ver sus diapositivas, cumplen todos los requisitos. Pero también puede servir un flash, que impide el enfoque; una ventana luminosa, que cambia cada dos por tres de luminosidad; o una lámpara casera que no está calibrada. Los manitas pueden fabricarse una al gusto, con luz fría y calibrada.
Y encima colocaremos en un soporte la tira de negativos o las diapositivas. Si tenemos un antiguo escáner o una ampliadora seguro que podemos hacernos con uno para mantener los negativos planos. Otra opción es poner las tiras debajo de un vidrio limpio y fino. Es importante encontrar una forma de mantenerlos fijos y planos para evitar problemas. En el próximo artículo veréis lo que yo utilizo.
Primeros pasos a seguir
Lo más importante es conseguir que el plano del sensor y el plano del negativo sean totalmente paralelos. Este el paso más complicado. Si no somos meticulosos en este punto, todo el proceso no servirá para nada. Lo más rápido es colocar el conjunto en un plano horizontal pero si podemos hacerlo en vertical será mejor para nuestra espalda.
Cuidado con la limpieza del negativo. Cualquier mota de polvo que se pueda quitar antes de disparar nos ahorrará trabajo delante del ordenador. Una buena perilla o un bote de aire comprimido, usado con precaución, nos ayudarán mucho.
Es muy práctico conectar la cámara al ordenador, a través del wifi o con un sencillo cable USB, para controlar el disparo y el enfoque
Es muy práctico conectar la cámara al ordenador, a través del wifi o con un sencillo cable USB, para controlar el disparo y el enfoque, con programas como Eos Utility de Canon o Camera Control Pro de Nikon. Es mucho más cómodo enfocar en el monitor del ordenador que en la pequeña pantalla de la cámara.
Por lo demás hay que tener las mismas precauciones a la hora de tomar una fotografía: formato RAW y mirar el histograma para que toque el extremo derecho. El enfoque debe ser perfecto, y más si disparamos con un objetivo macro.
En el próximo artículo veremos cómo hago ultimamente este proceso y cómo revelamos estas imágenes resucitadas.
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