Fotos navideñas

Cómo hacer fotos en las fiestas navideñas

Las fotos en las fiestas navideñas familiares son una obligación para todos en estas fechas y como fotógrafos nos tocará llevar la cámara o nos dejarán una para retratar algún instante concreto. Vamos a descubrir cómo quedar bien en estos momentos para que nos llenen de orgullo y satisfacción.

Estamos en medio de noches de fiesta en muchos hogares. Si tienes niños serán unos momentos estupendos, sino será otra fiesta familiar, con todas sus connotaciones. Como fotógrafo de la familia, te habrá tocado hacer fotos en Nochebuena. Es una gran responsabilidad y si algo te sale mal, serás otra de las anécdotas de todos los años. Todo el mundo asume que es algo facilísimo, pero os puedo asegurar que no. Hoy es el día adecuado para descubrir ciertos secretos…

Fotos navideñas
Típica cena familiar

Para que sea más sencillo, voy a ponerlos en puntos separados para que cada uno encontréis aquello que sea realmente interesante para cada situación personal, ya sea una fiesta en la que eres el convidado de piedra, o estás rodeado de niños o tienes que estar con tu familia política que piensa que además de mala persona eres un degenerado y un vago por ir siempre con una cámara al hombro.

Fotos en las fiestas navideñas

  • Si puedes evitar hacer las fotos en estas fiestas, mejor. En estas reuniones familiares, sobre todo si son numerosas y mal avenidas, con cuñados, primas con palos selfies, nueras y suegras por doquier, seguro que hay alguien con una cámara nueva que no te soporta. Y la cena, en vez de ser tranquila, se puede convertir en una competición, en un concurso inesperado para ver quién hace mejores fotos. La noche, en vez de estar iluminada por velas y luces cálidas, será un jolgorio de flashazos, incumpliendo la que debería ser la primera y más fundamental regla de estas fiestas.
  • Si podemos evitar el flash, o usarlo lo menos posible, mejor. En primer lugar es molesto, muy molesto en un recinto pequeño como un salón, a no ser que estés en casa de la duquesa. En segundo lugar te cargas el ambiente. Y como estás de celebración no tiene sentido andar con el flash separado de la cámara con exposición manual y buscando la mejor iluminación. Por supuesto lo podemos hacer, pero olvídate de pasártelo bien o de integrarte en la fiesta.
  • El final del anterior punto me ayuda a abrir este. No hay nada más insoportable que el fotógrafo plasta de las fiestas. Ese que no para de llamar la atención para conseguir la foto y que básicamente va de una esquina a otra de la mesa por si ha salido mal la anterior. Puede ser peor si el que lleva la cámara tiene una pareja que le recuerda constantemente que cambie el ISO para que las cosas se vean mejor, aunque no tenga ni idea. Esta es una de las claves si quieres triunfar en noches festivas: la discreción. Si no llamas la atención constantemente, los invitados te dejarán en paz y tú podrás conseguir fotos mejores. No estoy diciendo que tengas que ser un fantasma, pero tienes que evitar agobiar a la gente con tu cámara. Aunque algunos no lo crean o entiendan, a muchos no les gusta que les hagan fotos. Es mejor hacer veinte disparos que doscientos.
  • Algunos sólo quieren presumir, y no dudan en sacar su potente réflex de cuatrocientos millones de píxeles para que todos vean lo bueno que es. Además aprovechan para quitarle el polvo al 200-1000 mm que tienen para ir al campo, algo que no hacen nunca. Las cámaras grandes asustan en recintos privados como una fiesta familiar. Y si se le cae encima la salsa o una botella de cava, sin querer o queriendo, puede ser un drama que no pegaría en una situación como en la que estamos. Por este motivo recomiendo trabajar con una pequeña compacta o EVIL, que dispare en RAW (faltaría más) y que puedas dejar a todos por si quieren hacer una foto o estás recibiendo en ese momento un regalo o tienes que ir al baño por cualquier motivo que aquí no vamos a sacar a relucir.
  • Las fiestas familiares pueden ser realmente aburridas, con el yerno contando las mismas historias de siempre, el abuelo quedándose dormido, la abuela diciendo que los nietos son muy guapos o los adolescentes y los que no lo son tanto dándole toda la noche al smartphone. Sin embargo, al día siguiente, y a lo largo de los años, siempre se recordará esa fiesta como una de las mejores de la historia. Es algo que pasa. Nos quedamos con lo bueno. Por eso, y sin ánimo de ser cruel, recomiendo fotografiar, con discreción, esos momentos mundanos que en un futuro, se recordarán con cariño y sobre todo, nos ayudaran a reír. Os lo puedo asegurar. Y no os olvidéis de sacar a la prima o al sobrino moderno con su look rompedor para irse luego de fiesta por su lado. En 10 años puedes ganar un concurso de fotografía cómica.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.