Este es uno de los bares de carretera donde mejor puedes comer en Asturias, el bar Linares, en el parque natural de Redes, al lado de la Aldea Perdida.

Este es uno de los bares de carretera donde mejor puedes comer en Asturias, el bar Linares, en el parque natural de Redes, al lado de la Aldea Perdida.
Mañana viajo a Asturias, al parque natural de Redes. En el precioso pueblo de Prieres imparto un curso de fotografía de paisaje. La sede es el hotel Aldea perdida, una de las casonas asturianas más bonitas que podemos encontrar por estos lares.
Durante el fin de semana, como venimos haciendo desde 2008, trabajaremos con nuestras cámaras y ordenadores para sacar buenas fotografías durante este otoño y pasarlo bien. Aquí apuntaré algunas de las cosas que veremos durante el fin de semana.
Lo primero que tiene que quedar claro es que todos tenemos familia y amigos. Me imagino, queremos seguir conservándolos. El 98% de los viajes que realizamos los hacemos acompañados, y este hecho, por lo demás reconfortante, no es el mejor aliado para hacer fotografía de paisaje como pretenden todos los manuales al uso. Hay cosas que debemos asumir de entrada.
Estos libros sugieren levantarse a primeras horas de la mañana, recorrer todo el territorio que queremos fotografiar para calcular la mejor hora para disparar, e ir cargados con el trípode más pesado con cámaras de gran formato. Más tarde volver a ese sitio a la hora que hemos previsto, montar todo y esperar las horas que hagan falta, con el clima que sea, para conseguir ese momento único e irrepetible que vamos a tener la suerte de presenciar y, después de todo nuestro esfuerzo, fotografiar. Seamos realistas y, sobre todo, clementes con nuestros acompañantes. No todos podemos ser Michael Kenna, aunque lo podemos intentar.
Todo lo que dicen estos manuales lo podríamos cumplir si fuéramos solos, tuviéramos todo el tiempo del mundo, y vocación de sherpas. Desde luego que conseguiríamos mejores resultados, pero se nos estaría olvidando lo más importante para el fotógrafo aficionado: disfrutar.
La única manera de cumplir todas las normas impuestas es salir a hacer fotos de paisajes dentro de nuestro entorno habitual, es decir, hacer las fotos en algún parque de nuestra ciudad o en los campos del pueblo al que solamos ir con frecuencia, o en la playa donde tengamos un apartamento, o en su defecto un amigo que lo tenga. En esta situación, podemos salir solos y dedicar el tiempo necesario, sin molestar y sin ser esclavos del reloj. Además, esto nos permitirá un buen ejercicio visual, que es buscar imágenes originales en un entorno conocido. Seguro que descubrís muchas cosas.
No hacen falta una cámara de banco, un trípode de madera, un juego interminable de filtros, viseras cinematográficas… Todo puede ser más sencillo, y aunque no consigamos los mejores resultados, nos lo pasaremos muy bien con nuestra afición. Todo depende de nuestro grado de exigencia