El mundo del flash nos va a permitir trabajar de otra forma, en situaciones en las que no nos quedaría más remedio que plantar la cámara en un trípode y crear una sensación distinta a la habitual. Muchos rechazaremos ese efecto que se aleja de la realidad, pero si sabemos controlar la luz, podemos tener la sensación de controlar el sol y ponerlo dónde queramos.