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La inteligencia artificial y la fotografía: dos formas de expresarse

La inteligencia artificial va a cambiar cómo entendemos el mundo. Es una revolución similar a la aparición de la rueda, el uso del fuego o la presentación de internet. Y depende de nosotros, los fotógrafos, que la inteligencia artificial y la fotografía no se enfrenten y que de una sola.

Cada vez aparecen más noticias en los periódicos en los que la IA fotográfica es protagonista. Y siempre se termina hablando de engaño y manipulación. Las fotos del papa Francisco, el encuentro entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, la detención de Donald Trump. Y más que aparecerán.

Lo más grave es que se enseñan con el ánimo de manipular a la opinión pública. Y da miedo el camino que está tomando. Sobre todo porque algunas han aparecido hasta en portadas de periódicos nacionales y colmado las redes sociales.

Pero no solo está tocando el campo del fotoperiodismo, sino que muchas especialidades parece que tienen sus días contados: moda, gastronomía, corporativa, retrato… La lista es cada vez más larga ¿Podrá la inteligencia artificial sustituir a los fotógrafos?

¿La IA es fotografía?

No soy Joan Fontcuberta, el gran teórico. Pero pienso que el archivo generado a través de un prompt no es fotografía. De hecho, la fotografía es la única manifestación artística en la que es imprescindible estar ahí, en el momento que decides disparar.

… La fotografía es la única manifestación artística en la que es imprescindible estar ahí, en el momento que decides disparar.

Y es una forma de opinar, de expresarse. Cuando vemos una IA estamos contemplando el resultado de una suma de búsquedas en la red, nunca un pensamiento, fruto de aciertos y errores, del libre albedrío de un autor.

archivo de inteligencia artificial

Una fotografía es una interpretación personal de la realidad de aquel que porte una cámara. Y es muy difícil conseguir una buena imagen. No es tan fácil como dar a un botón.

Las imágenes hechas con IA son el resultado de la información recogida en la red. Lo que no está ahí no aparece. Y lo que es mentira puede tomar demasiado protagonismo.

Con la ayuda de una buena descripción te ofrece lo que buscas, pero te resta lo más importante, que es la experiencia de haber vivido lo que tienes delante. Es fruto de la pura imaginación interpretando la realidad en los límites de la ciencia ficción. Y luego está el tema de los derechos del autor, una de las patatas calientes de la IA.

¿Qué hace la IA por la fotografía?

Con la inteligencia artificial todo es más rápido y entramos en el mundo que nos contaba la ciencia ficción. ‘Her’ está muy cerca, ‘Terminator’ es nuestro mayor miedo; y parece que alguna vez entraremos en el dilema moral de ‘Blade runner’, la obra inmortal de Ridley Scott a partir de la novela de Philip K. Dick.

La inteligencia artificial trabaja en el desarrollo de algoritmos y sistemas que pueden simular la inteligencia humana. Su intención es lograr que los ordenadores trabajen de forma autónoma. Estos son los logros que sigue la IA en la fotografía (según ella misma):

  1. Mejora automáticamente de la imagen. Por ejemplo, si una imagen es demasiado oscura, la IA puede ajustar automáticamente el brillo y el contraste para hacerla más clara.
  2. Logra eliminar el ruido de una imagen.
  3. Puede ayudar a identificar objetos en una imagen. Esto es útil para aplicaciones de reconocimiento de rostros y aplicar automáticamente efectos de belleza o corrección de color.
  4. Generación de imágenes: la IA también puede generar nuevas imágenes a partir de imágenes existentes. Esto se conoce como “generación de imágenes” y es útil para crear nuevas versiones de una imagen o incluso para crear imágenes completamente nuevas.
Inteligencia artificial

Los primeros puntos que señala ella misma (una simple consulta en ChatGPT) son acogidos con gran alegría por parte de los fotógrafos, como por ejemplo la impresionante eliminación del ruido en Adobe Photoshop.

Pero llama la atención que deje en último lugar el punto más polémico, el de la generación de imágenes. Si no os habéis adentrado en este mundo, os invito a mirar Dall-E, Midjourney, Leonardo, Stable Diffusion o Adobe Firefly.

Estas son algunas de la IA, unas gratuitas y otras de pago, que con solo ponerle una descripción logran sacar algo parecido a una imagen. Tanto de fantasía como tan real como si estuviera hecha con una cámara.

Y que conste que no es tan fácil como imaginar, escribir y listo. Hay que hacer pruebas, entrenarla y buscar qué es lo que funciona bien. De hecho, dicen que una de las profesiones del futuro será la de ingeniero de prompt.

Si sabes qué es esto de la fotografía, y diferencias los tipos de objetivos, los diafragmas y las velocidades de obturación, los nombres de los diferentes efectos, tus resultados serán mucho mejores.

Os recomiendo pasear por las galerías que empezamos a ver en Instagram, donde empieza a ser complicado distinguir ambas formas de expresión. Destaco, por ejemplo, el trabajo de @franckgerardart con la fotografía de moda.

¿El fin de la fotografía?

He hablado con muchos compañeros. Unos ven el futuro negro, otros todavía no han profundizado y algunos vemos un nuevo horizonte. El otro día me recordó @piratalarios que la IA supondrá lo que la misma fotografía hizo por la pintura cuando se presentó en el siglo XIX.

Liberó a la pintura del realismo y pudo adentrarse en las vanguardias. Todo cambió en la historia del arte. Los pintores ya no tenían que buscar la representación de la realidad. Y podía buscar la interpretación de la misma, la capacidad de ver de otra manera.

Uno de los mejores libros de Bernard Plossu

Llegamos a la conclusión de que la IA permitirá a la fotografía volver al realismo, a la visión personal del autor. Veremos más Plossu y menos neopictorialismo; más Avedon y menos luces imposibles de Islandia.

En la fotografía volverá a contar la visión del fotógrafo y no su destreza con el programa de revelado. Más dirigir la mirada del espectador y menos efectos de capas que dejen la boca abierta, pues estos solo tendremos que escribirlos.

Así que tendremos que definir más nuestro estilo. Y poner un sello fotográfico, que es el mero hecho de la experiencia, el haber estado justo en el momento en el que todo lo que vemos ha pasado. La inteligencia artificial y la fotografía se diferencian, por ahora, en que la primera es incapaz de ofrecernos este destello de realidad.