Hoy, 19 de agosto, es el Día de la fotografía. Para celebrarlo volveré a ver esta noche una película de un fotógrafo que llega al final de sus días y una de las cosas que hace, es disparar su cámara poco antes de morir, en la playa. Un acto cotidiano que se convierte, en la película, en un acto de reconocimiento de la belleza de las cosas, y de lo que debe permanecer en la memoria.