Prohibido hacer fotos, una triste realidad

No hay cosa que más me moleste cuando voy a visitar cualquier sitio es encontrarme con el cartel Prohibido hacer fotos o ese icono con la cámara tachada. No tiene sentido alguno en la mayoría de los sitios, pero cada vez es más frecuente encontrarse con esta absurda limitación.

Ayer mismo, durante una prueba de una cámara que os enseñaré esta semana, pasé por delante de uno de los lugares más desconocidos de la capital, que seguro que la mayoría de los madrileños desconoce y muchos turistas ni siquiera verán en los folletos: El Panteón de Hombres Ilustres y es de Patrimonio Nacional.

No es que sea un edificio espectacular, o que sea inmenso. Es una construcción del siglo XIX que se abandonó por su sobrecoste (sí, en el s. XIX también pasaban estas cosas) cuya función era albergar los restos de los grandes hombres de la patria, desde escritores y pintores hasta esos personajes antaño admirados que se hacen llamar políticos. Pero en su interior hay mausoleos levantados por artistas tan insignes como Mariano Benlliure o o Agustí Querol.

Pues bien, lo primero que ves a la entrada del mismo es Prohibido hacer fotos, un cartel que se está extendiendo como la pólvora por todo museo y fundación cultural que se precie. El fotógrafo parece una especie maldita que con su cámara infecta y estropea las obras artísticas situadas en su interior. Porque parece ser que si están en el exterior no les pasa absolutamente nada, salvo en algunos centros en los que la maldición que portamos los fotógrafos también se extiende en contacto con la luz solar.

El fotógrafo parece una especie maldita que con su cámara infecta y estropea las obras artísticas situadas en su interior

He puesto este ejemplo pues es el primero que me viene a la cabeza. Pero en Madrid, y en otras ciudades españolas, hay cientos de ejemplos donde podemos ver que los fotógrafos no somos bien recibidos. Y que sepáis que muchas veces me han dicho que es por el bien de los visitantes, por seguridad o incluso por la estabilidad de las obras expuestas. Eso sí, cuando hay presentaciones o inauguraciones, no importa que los cámaras de televisión conecten sus potentes focos al lado de obras que en teoría sufren por la luz…

En el Centro de Arte Reina Sofía, por poner un ejemplo, se pueden hacer fotos en todas las salas. ¿Todas? no. Aún resisten al invasor aquellas que rodean a la estrella del museo, el Guernica de Picasso. Muy curioso.

En el museo del Prado lo prohibieron hace años y los vigilantes no dudan en acudir raudos y veloces si ven a un infeliz incauto con la cámara en la mano. La lista completa de aquellos centros que tienen a la fotografía como uno de sus mayores enemigos sería muy larga. Y sería injusto recordar a los que sí dejan hacer fotos, como el Antropológico (a unos metros del ilustre panteón).

El porqué de la prohibición

Tras numerosas consultas a responsables de prensa, artistas, vigilantes y otros fotógrafos, he podido llegar a la conclusión de que nadie sabe a ciencia cierta por qué los fotógrafos estamos marcados con una cruz de ceniza imborrable en estos lugares.

Las obras de arte sufren la pérdida de su alma cuando les haces una foto y van envejeciendo cada día que reciben disparos.

Esta es una de las teorías más repetidas. No se pueden hacer fotos porque las obras de arte se estropean por culpa de la obturación. Os prometo que muchas veces me han dado esta excusa.

Puedo entender que se restringa el uso del flash, pues los miles de disparos que pueden recibir Las meninas al cabo del día pueden terminar afectando a la superficie del cuadro. Pero un simple disparo, que la mayoría de las veces saldrá movido, no hace daño.

El seguro puede castigarnos si descubre que dejamos hacer fotos al público.

Cuesta creerme esta historia, pero últimamente está triunfando como excusa. Por eso dejan a los medios recorrer las salas el día de la presentación para que todo el mundo sepa que se oculta tras las cuatro paredes del museo.

Desgraciadamente no conozco el mundo de los seguros, pero creo, de nuevo, que una humilde fotografía no va a ocasionar destrozo alguno a la obra en cuestión y que más que nada, si ese disparo circula, dará a conocer la obra y la revalorizará.

Es por la seguridad y el derecho a la imagen de nuestros visitantes.

Otra excusa que me cuesta creer y aceptar. En este mundo donde muchas veces las normas parecen más propias de un corta y pega que de algo totalmente pensado, no creo que nadie se moleste porque le hagan una foto en el museo.

Y casi todo el mundo quiere la foto del cuadro o de la escultura. Casi todos sacan el cogote de los demás, luego no creo que se esté infringiendo ninguna norma. Y que sepa, no es deshonroso que aparezcas en una foto en un museo.

Conclusión

Creo que detrás de todo está el interés de vender cuantos más recuerdos mejor con el cuadro estrella del museo. Las tiendas de los museos generan muchos beneficios no por la venta de libros, sino por las postales e imanes para la nevera con el cuadro de rigor.

Otra historia es que prohíban hacer fotos con flash, pues las lámparas de xenón pueden envejecer los pigmentos. O  que no permitan utilizar el trípode por ser sumamente molestos para el gran público.

Pero no se puede limitar a la gente a expresarse a través de la cámara por motivos tan poco claros. Es muy difícil sacarle un beneficio comercial (otros de los miedos reales) y sin trípode, cartas de colores y demás es imposible hacer una copia fiel del cuadro.

Otra cosa son aquellos turistas que si no hacen fotos no saben qué hacer en un museo y se sientan desnudos sin disparar sin ton ni son.

No sé cómo solucionar algo que está tan arraigado en muchos museos, pero los fotógrafos no somos los culpables de nada, y mucho menos causantes del deterioro de las obras. Es más, las fotos que se publiquen le darán más publicidad que cualquier otra cosa. Siempre y cuando sean buenas, claro está.

7 comentarios sobre “Prohibido hacer fotos, una triste realidad”

  1. Hace algún tiempo escribí una carta al director de El Prado tratando el tema desde mi blog. El museo llegó a contestar a través de twiter con argumentos tan peregrinos como los de evitar que la gente pase demasiado tiempo delante de una obra dificultando así la visita el resto de público, cómo si los grupos con guía no fueran mucho más molestos en este sentido, y puestos a pasar tiempo delante de una obra qué me dicen de los copistas autorizados.
    En fin, os dejo el enlace a la carta:
    http://www.jofzblog.com/2014/04/carta-abierta-don-miguel-zugaza.html
    Pd.- enhorabuena por el sitio, hace ya tiempo que lo tengo en favoritos.

  2. Pues yo creo que es por el flash. En muchos sitios prohiben sacar fotos con flash….y nada, es imposible, alguno no sabe desconectarlo de su compacta o movil, y así acaban pagando justos por pecadores y prohiben en general.
    Pero lo más ridículo es prohibir sacar fotos en exposiciones de fotografía, en fín…

  3. Pienso que tu planteamiento está errado desde el principio. Yo soy fotógrafo y siempre me han dejado hacer fotos en los museos previo permiso, como cualquier otro profesional. Prueba a intentar copiar un oleo en el Prado a ver si te dejan sin pedir permiso. Hay lista de espera para hacelo de hecho. Otra cosa es confundir fotógrafos con visitantes con cámara que en su mayoría no disciernen sobre lo q tiene interés o no, simplemente quieren foto de todo y forman auténticos tapones que entorpecen el flujo de personas y ponen en riesgo a las obras, no respetan la prohibición de no usar flash y al final la limitación de fotos es para todos por que lo dificil sería separar a fotógrafos de wuien no lo son un domingo a las 12 de la mañana en el Prado. Así que si eres fotógrafo solicita permiso y entonces haces las fotos como las hace un fotógrafo, no un turista.

  4. Buenas…
    Precisamente de lo que me quejo es que no se puedan hacer fotos si no eres profesional. Por motivos de trabajo he hecho fotos en cientos de museos (y en muchos con problemas como una guardia de seguridad permanentemente pegado a mi cogote) pero creo que todo el mundo tiene derecho a hacer fotos siempre y cuando respete las normas de no usar flash y evitar por supuesto el trípode.
    Creo que es difícil decidir quién es fotógrafo y quién no sólo por tener un carné.
    Muchas gracias por pasarte.

  5. Buenas…
    Muy seguro que será por el flash, pues mucha gente no sabe cómo quitarlo o ponerlo, y es muy molesto para el resto del público. Seguro que si ponen multas todo el mundo aprendería (dios qué idea más mala he dado).
    Gracias por pasarte

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