Con motivo de Génesis, el último proyecto del genial fotógrafo, La Fábrica publicó las memorias de Sebastiao Salgado. Un pequeño gran libro donde el autor cuenta su vida y todas sus experiencias con la cámara al hombro.
El libro se titula De mi tierra a la Tierra. Sebastián Salgado. Memorias. Está dentro de la colección Biblioteca Blow Up, Libros únicos, en la que también podemos encontrar algunas maravillas como las memorias de John G. Morris (editor de Robert Capa durante la Segunda Guerra Mundial), de las que hablaré aquí en un futuro próximo.
Pero vamos a centrarnos en las memorias de Salgado, quizás el fotógrafo más reconocido de los últimos tiempos, como pude constatar al visitar hace dos años su exposición en CaixaForum, siempre llena de visitantes. Es una suerte que podamos contar con este libro para tratar de entender el trabajo de uno de los fotógrafos más comprometidos.
En el libro encontramos la historia de su vida, desde su feliz niñez en la granja brasileña de su padre hasta la presentación de Génesis, su último gran trabajo. Y nos damos cuenta de la importancia que tienen todos los detalles para la formación de un estilo propio en el mundo de la fotografía.
Parece incansable y lo es. Pero es que desde pequeño está acostumbrado a recorrer kilómetros de distancia para encontrarse con sus hermanos o para ayudar a su padre en la granja. Los músculos se hacen duros desde la infancia y te acostumbras a lo que has mamado desde tus orígenes.
Los pilares de Sebastiao Salgado
Otra piedra fundamental de su estilo es sin lugar a dudas su mujer. La conoció apenas con veinte años y desde entonces le ha acompañado a lo largo de todo su camino. Ella, gracias a su formación y a la experiencia que adquirió durante los años de Magnum, es la editora, maquetadora y comisaría de prácticamente todos sus proyectos. Él mismo reconoce que sin ella, nada hubiera sido igual.
Su carrera de Económicas marca su trabajo. Todo lo ve bajo el prisma de la economía. Algo muy importante si quieres llegar lejos en este mundo. Los libros no se hacen por arte de magia. Necesitamos dinero, y él sabe cómo buscarlo, a través de patrocinadores de diversa índole.
Pero no penséis que es rico. Todo lo que consigue es para promover las diferentes asociaciones a las que ayuda, para su interesante proyecto para reforestar la selva amazónica de su país y recuperar la tierra tal como estaba en su infancia. Presume de haber conseguido, con la ayuda de todos, transformar 97000 toneladas de dióxido de carbono.
Llegó a la fotografía gracias a Lelia, su mujer. Estaban bien situados en París. Ella decidió estudiar arquitectura. Para una de las asignaturas necesitaban fotos y compraron una cámara. Los resultados que consiguieron entusiasmaron tanto a Salgado, y le engancharon de tal manera que terminó dejando una prometedora carrera por el mundo de la fotografía. Vendieron todo, compraron el equipo y se lanzaron a trabajar para agencias y revistas.
Muchos se preguntaran por qué dispara en blanco y negro. La respuesta la tenemos en el libro, larga y detallada. Pero la idea que se nos queda es que, según él, el color cobra demasiado protagonismo. Y cuando contemplamos una fotografía en escala de grises podemos captar mejor la esencia de las cosas, pues nada nos distrae.
Como casi todos los libros de esta colección de La Fábrica, las memorias de Salgado son muy recomendables si queremos conocer y avanzar en la fotografía. Muchas veces se tiende a empaparse de apuntes sobre edición y revelados y se olvida que la verdadera creatividad está en el momento del disparo. Y este libro nos enseña a ver desde este primordial punto de vista.