Refléxión sobre fotografía digital

Reflexión sobre la fotografía digital

Ya llevamos muchos años conviviendo con la fotografía digital. Lo mecánico, lo químico, está desapareciendo de este mundo. Y todo es digital, perfecto. La gente confía más en las máquinas que en sus propios medios. Y algunos, en sus afán de ser originales, quieren ir más allá de sus propias limitaciones.

Todo esto viene a raíz de la última versión de El gran Gatsby, del director Baz Luhrmann. El libro es una joya, y la adaptación, aunque levante ampollas, creo que es bastante acertada, sobre todo por la gran interpretación de Leonardo Di Caprio como Gatsby.

He vuelto a verla otra vez, pero de nuevo no he  disfrutado al 100% por culpa del acabado digital de todo el filme. No sé si es culpa del director de fotografía, Simon Duggan, que ya trabajó en Yo robot, por ejemplo. O en la desafortunada segunda parte de 300.

El mundo digital debería ayudarnos a representar mejor lo que nos rodea, pero parece que muchos quieren crear un mundo artificial, ni siquiera idealizado. Creo que este es el principal problema. Muchos no quieren ver las cosas tal cual son, quieren dar rienda suelta a su imaginación, muchas veces alejada de la realidad. En vez de contribuir a representar lo mejor, o lo peor de la tierra, muestran un mundo mentiroso, alejado de la verdad subjetiva de cada uno. Y que conste que no estoy hablando de ciencia ficción.

El problema de la fotografía digital

El mundo digital debería ayudarnos a representar mejor el mundo que nos rodea, pero parece que muchos quieren crear un mundo artificial, ni siquiera idealizado.

Muchos utilizan Photoshop para poner nieve en el desierto, o para crear falsos unicornios a partir de un caballo.

Pero lo más grave, desde mi punta de vista y con todo el respeto, es inventar la luz de una fotografía, o quitar y poner fondos simplemente porque no se ha tenido cuidado a la hora de disparar. No creo que la fotografía tenga que manipularse en el laboratorio digital para recrear algo que no se captó.

Cada vez me cuesta ver determinados reportajes de boda, por ejemplo, en los que los novios flotan en las nubes como símbolo de su amor. O los tan saturados efectos de determinadas aplicaciones que hacen destacar la forma frente al contenido.

La fotografía digital, como bien dijo el otro día Alberto García Alix, muchas veces nos impide soñar, pues tenemos todo en el mismo instante en el que disparamos.

Potenciar, sí; modificar, no

Y es ahí donde quiero llegar. Muchos fotógrafos prefieren pasarse horas delante del ordenador o confiar en los fríos procesados automáticos, antes que esperar pacientemente al momento oportuno para disparar.

Los programas de edición deben servir para potenciar la información que portan los archivos, en ningún caso para cambiarla. Por ejemplo, la polémica de uno de los útimos World Press Photo. Puede gustarnos más o menos el procesado, pero Paul Hansen estaba ahí. El fotógrafo es quien está ahí y tiene una herramienta perfecta para denunciar: su cámara. Eso es lo importante y la importancia de saber ver.

Reflexión sobre la fotografía digital
Paul Hansen

Ningún gurú de cualquier programa puede conseguir nada de una fotografía si la base no está. El encuadre, la luz, el momento oportuno… La aparente facilidad para transformar las fotografías ha fomentado la creencia de que la fotografía es fácil y que la puede hacer cualquiera. Que no tiene ningún mérito. Que una persona con un ordenador puede crear imágenes que den la vuelta al mundo. Los que os dedicáis con pasión a este mundo sabéis que es mentira.

Pero constantemente oiréis, cuando la gente contempla vuestras fotos, aquellas horribles muletillas «claro, como tienes una cámara tan buena», «seguro que te has pasado horas delante del ordenador», etc… Y nunca os dirán «cómo se nota que te has pasado horas hasta que has conseguido este disparo», «qué buen ojo tienes, yo no veo estas cosas»…

Creo que la fotografía ofrece millones de posibilidades para hacer una buena fotografía sin necesidad de inventarse nada. Sólo con esfuerzo y algo de suerte se pueden conseguir grandes imágenes. Hay que pasar frío, calor, mojarse y cansarse en la realidad. Nada de refugiarse detrás de una pantalla horas y horas para una única fotografía.

Y volviendo a la película que desencadenó este artículo, prefiero mil veces la fotografía de Barry Lyndon, Días del cielo o El padrino, o la más reciente El renacido, que los falsos planos imposibles de una ciudad que no existe o las carreras de cómic del coche amarillo de Gatsby. Desde el principio sé que es mentira. En las otras películas puedo creer que esa luz es de verdad. Y eso es lo importante.

3 comentarios sobre “Reflexión sobre la fotografía digital”

  1. Me parece estupendo tu comentario y estoy completamente de acuerdo contigo. Ahora bien los fotografos, ya sean profesionales, aficionados o medio pensionistas tenemos un grave problema con quienes observan nuestras pequeñas o grandes creaciones, el comentario, casi siempre es el mismo: está retocada? . En fin ya se que la ignorancia es muy atrevida pero una vez mas hay, como en otros campos de la vida, mucha informacion y poquisima, por no decir nula, formacion. Un abrazo.

  2. Estoy de acuerdo con ud. ahora la fotografia digital es un engaño se sabe que generalmente son retocadas quitando o poniendo elementos haciendo imagenes increibles ya se perdio lo art-
    esanal como era la fotografia de laboratorio en la que el fotografo se rebuscaba la mejor foto ahora la fotografia se volvio » facilista.»

  3. Excelente tu comentario….y me animo a decir que esto nos está llevando a un pensamiento filosófico en donde aprobamos lo tecnológico a lo natural. Porque preferimos enviar un emoticón a una persona que decirle en la cara sus sentimientos….?

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