Hace ya dos años que vivimos la abdicación de un rey, en concreto Juan Carlos I. Y creo que aquel momento es un reflejo más de lo poco que se respeta en nuestro país la imagen. Para ilustrar semejante momento, la Casa Real colgó en su página web una mala fotografía que está lejos de lo que debería ser un documento histórico.

En la primera semana de junio de 2014 vivimos en España un hecho histórico que estudiarán nuestros hijos en el colegio: la abdicación del rey Juan Carlos I. Y el tema estará ilustrado con la fotografía que vimos todos en los periódicos. Una de las peores portadas de un hecho histórico. Un símbolo más de lo poco que se aprecia a los fotógrafos desde los medios oficiales.

En todos los corrillos se comentó lo malas que fueron las imágenes de tal momento. El rey entregando, con orgullo y satisfacción, la carta rubricada al presidente del gobierno español pendiente de ir a despedir al equipo nacional que marchaba esa misma mañana a la supuesta conquista de la copa del mundo de fútbol, y que se encontró con semejante noticia inesperada.

No es FERFOTOblog lugar para hablar de política, de lo adecuado o no del momento, de si seguir con la monarquía o apostar por la república… estamos en una página de fotografía, y como tal nos corresponde hablar del disparo. Y señoras y señoras, es muy malo. Parece hecho por alguien que ha cogido pocas veces una cámara. Y estamos ante un momento histórico que será recordado en los libros de historia con una imagen infame.

Por qué es un mala fotografía

• Al que hizo la fotografía nadie le dijo que cuando se hace un disparo en un despacho lleno de maderas barnizadas no se puede hacer con el flash directo de la cámara.
• Que si lo hace así, el reflejo se volverá demasiado evidente.
• Que si el tamaño aparente de la luz es pequeño, su reflejo se convertirá en un brillo demasiado evidente.
• Que si está demasiado cerca a la hora de disparar con un flash directo con un pequeño tamaño aparente, el objeto más cercano se quemará (los periódicos) y el más lejano quedará un poco sumido en la oscuridad (las banderas).
• También le dijeron que un flash muy cercano y muy pequeño genera sombras muy marcadas y feas si hay una pared cercana, sobre todo si la toma está hecha con un objetivo angular.
• Tampoco le comentaron que el punto de vista es fundamental, y que conviene situarse a la altura de los modelos para darles una mejor presencia y evitar colocarse de tal manera que los que lleven gafas vean sus ojos cercenados por las patillas de las mismas.
• Que hay que vigilar el entorno en el que se desarrolla el acontecimiento, y que si hay un exceso de información superflua puede dar lugar a confusión y que los espectadores no puedan centrar su atención en el hecho fundamental que se retrata.
• Los detalles son significativos. No debería verse la portada de un único periódico nacional, los trajes deberían tener menos arrugas, el fondo no debería ser tan confuso; no tendría que verse que el presidente está sentado en el borde de la silla; no queda bien que las banderas estén cortadas en ese punto; las estanterías están torcidas; el fondo está lleno de brillos especulares; no queda elegante el cojín que se observa en la silla del monarca…

Podría seguir, pero no quiero resultar pesado.

Y todo esto en una única foto. Si valoramos las otras dos que cedió la Casa Real, podemos observar que en una de ellas está perfectamente enfocado el fondo, pero los dos personajes no tienen foco alguno. Y voy a parar.

Parecen fotos para el Facebook, para enseñar a los amigos. Imágenes familiares sin ninguna trascendencia histórica. Fotografías hechas sin ninguna preparación previa. No me extrañaría que el autor fuera alguien muy cercano al rey y muy alto que tiene una cámara muy buena que saca cuando iba de viaje de incógnito para retratar a sus hijas y su mujer.

Sin embargo, el vídeo del momento tiene un poco más de calidad. Los detalles están más cuidados. Desde un punto de vista técnico no se puede reprochar nada (aunque se podría hacer mejor, claro). ¿Y por qué pasa esto? Porque hoy en día todo el mundo tiene una cámara y todos se consideran fotógrafos. Sin embargo para filmar algo hay que tener además buenas luces y micrófonos de calidad, y eso no está al alcance de un ciudadano medio. Se valora más el vídeo que la fotografía.

Conclusión

No es una foto fácil, pero si nos fijamos en la trascendencia que se le da a la imagen en el gobierno de los EEUU, por ejemplo, con un fotógrafo de renombre en la plantilla, Pete Souza, da cierta envidia ver cómo se valora en otros sitios nuestra profesión o afición.

Nunca he estado en eventos de esta magnitud histórica, pero sí que sé que es trabajar con políticos, y lo importante que es para ellos tener una imagen perfecta. Tienes que estar al 100% para conseguir la mejor foto en el menor tiempo posible.

No tiene sentido disparar en una situación como esta con el flash frontal, con ese punto de vista, ni nada. No tiene sentido que el vídeo esté más cuidado que la fotografía. Ahora se sabe que se tardó media hora en grabarse, y es evidente que ha sido editado. Para el vídeo no les importa esperar, qué curioso.

A la fotografía se le valora muy poco, porque creen que es capaz de hacerla cualquiera, y por eso estoy casi seguro que no la hizo un profesional. Y que si lo hizo, tuvo el peor día de su vida en el peor momento.

Sólo con un flash rebotado en el techo, o uno desnudo en el otro extremo, o con una gran ventana de luz, o no usarlo. O mejor aún, situar el momento en otro lugar, cerca de alguna ventana de las muchas que tiene el palacio de la Zarzuela, el instante hubiera quedado mejor registrado para la historia, que es de lo que se trata al fin y al cabo, un documento histórico que recordaremos todos cuando seamos mayores.