La nueva temporada de exposiciones en Madrid está empezando muy fuerte. El otro día era Gervasio Sánchez, luego Castro Prieto, y ahora, en la Fundación Mapfre, Bruce Davidson, uno de los fotógrafos de la mítica agencia Magnum.
La lista de los fotógrafos que uno puede admirar es más o menos extensa. Pero siempre tienes que estar abierto a encontrar nuevos fotógrafos que te encandilen y te descubran otra forma de mirar.
Hoy se ha inaugurado en Madrid, en la sala Bárbara de Braganza, la gran retrospectiva de Bruce Davidson (1933), la más importante de su vida. Desgraciadamente no ha podido estar por motivos de salud. Son ya más de 80 años a sus espaldas.
Conocía algunos de sus trabajos, pero es la primera vez que contemplo todo su trabajo. Cómo pasó de ser un fotógrafo lleno de influencias claras a ser un fotógrafo influyente, como bien ha señalado en la interesante y didáctica presentación Carlos Gollonet, comisario de la exposición. Y sólo me queda quitarme el sombrero.
Bruce Davidson, el fotógrafo humanista
Él mismo se denomina así, lo que facilita enormemente la labor de intentar situarle dentro de una corriente u otra. Además en este caso encontramos todos los indicadores que lo certifican como tal.
Es lo bueno de las retrospectivas bien organizadas, que podemos descubrir las migas de pan que ha ido dejando el autor a lo largo de sus trabajos y ver, de una forma clara y nítida, las primeras influencias cartierbressoniananas, acercarse luego a Robert Frank, pasar a Walker Evans y Eugene Smith, y a partir de esa mágica mezcla llevarnos de la mano a su personal estilo.
Desde el principio se descubre su forma de hacer las cosas, cómo sabe elegir un tipo de cámara u otro para reflejar mejor lo que tiene en la cabeza, cuál es su clave para llegar a conseguir esos disparos que podemos contemplar en las copias vintage de la exposición.
La clave de su magia no es otra que acercarse a la gente, estar con ellos, empatizar. Y sólo entonces empezar a hacer fotos. Cuando la gente está a gusto contigo y llevas la cámara, se olvidan de ti. Pero tú jamás te puedes olvidar de ellos.
En todos los disparos, en los títulos de las fotos y en las historias detrás de las imágenes descubrimos que Bruce Davidson mantiene la amistad con muchos de los retratados o sabe qué ha sido de ellos al cabo de los años. Es un fotógrafo eminentemente social.
La retrospectiva de la Fundación Mapfre
Después de pasar por la sede de Barcelona, llega a Madrid esta retrospectiva que muestra algunos de sus trabajos más importantes en orden cronológico.
Desde un punto de vista técnico es maravilloso descubrir cómo se desenvuelve con una clásica cámara de reportaje como la Leica telemétrica o con una cámara de banco para retratar una de las zonas más castigadas del Nueva York de los años ochenta.
Desde la serie The Walls (1955) que hizo durante los fines de semana de permiso mientras realizaba el servicio militar, en el momento en el que aprendió a mirar
El tiempo que pasé con John y Kate me afectó enormemente e inspiró una forma de ver.
También podemos ver La sobrecogedora La viuda de Montmartre (1956), El enano (1958) primer trabajo que hizo nada más entrar en la agencia Magnum de la mano de Cartier Bresson, donde plasmó esa forma humanista de mirar que le caracteriza; Bandas de Brooklyn (1959) en el que refleja de una manera cercana y alejada de los tópicos a los adolescentes envueltos en mil revueltas; la más periodística Tiempo de cambio (1961-1965) donde documentó la lucha por la igualdad de derechos desde dentro de un grupo que fue arrestado en esos años convulsos.
Otras series son Años de viajes (1961-1965) donde podemos ver sus únicas fotos de España, casualmente de La Chanca, ese barrio almeriense que tan bien retrató el grupo AFAL; Calle 100 Este, su trabajo más conocido, inspirado en Lewis Hine y sobre todo por realizarlo con una cámara de placas; Cafetería Garden, Metro de Nueva York, Central Park, Naturaleza de Paris, Naturaleza de Los Ángeles…
Todos estas series permiten hacerse una idea de la labor única de un fotógrafo que ha creado su propio mundo para que nosotros sepamos cómo es realmente todo lo que nos rodea.
Ficha de la exposición
Hasta el 15 de enero de 2017 podemos disfrutar de esta exposición en la Sala Bárbara de Braganza, en la calle del mismo nombre número 13. La entrada cuesta 3€ , y es gratis los lunes de 14:00 a 20:00. No os la podéis perder.
Y si queréis aprender más de él, y como viene siendo tradición, el catálogo se convertirá en un referente para conocer el trabajo de Bruce Davidson.