Chema Madoz de nuevo en Madrid

Hoy se ha presentado a los medios la nueva exposición retrospectiva de Chema Madoz Las reglas del juego en Madrid, en la sala Alcalá 31, con motivo del Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid que se le otorgó en 2012.

Una exposición de Chema Madoz siempre es un acontecimiento cultural en toda regla. Quizás es el fotógrafo más conocido del orbe español, y todos iremos en masa a ver la nueva retrospectiva – la tercera si no fallan las cuentas- de uno de los primeros fotógrafos vivos con una exposición en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Es el fotógrafo de los objetos, de las metáforas visuales, del blanco y negro exquisito en papel baritado virado al sulfuro. Muchas veces, más que un fotógrafo se podría decir que es un creador de imágenes, un escultor surrealista que fotografía lo que hace. Algunas veces dicen que podría ser maravilloso ver los objetos que crea antes que sus imágenes. Pero la mayoría de las veces es imposible porque se notaría el truco. Él habla con la cámara, es su última herramienta.

Algunas veces dicen que podría ser maravilloso ver los objetos que crea antes que sus imágenes

En la nueva exposición podemos ver más de 120 fotografías del último periodo del autor, desde 2008 hasta la actualidad. Nada ha cambiado. Todo sigue igual, para bien y para mal. Muchos se llevarán las manos a la cabeza por esta última frase, pero creo que su último trabajo es una continua autocita de su personal e inimitable estilo.

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Todo lo que hay me gusta, pero ya lo he visto en sus anteriores trabajos sobre la poética del objeto. Las nubes, la jaula, las piezas de ajedrez, las sombras que no lo son, las notas musicales, las navajas suizas, la regla y el cartabón, las planchas, la luna, la tinta o el agua derramada que no lo son…

Es su estilo, su peculiar forma de ver las cosas, la interpretación que hace de la realidad a través de los objetos, pero estamos ante una fórmula agotada, falta de nuevas ideas  que parece necesitar titulares grandilocuentes para justificar su trabajo:

Chema Madoz utiliza tonos que van desde el humor pop a la profundidad del lenguaje poético o filosófico, resolviendo su obra con una gran coherencia formal mediante un ejercicio de precisión técnica.

Su técnica es envidiable. Las copias son de Juan Manuel Castro Prieto, con la calidad acostumbrada. Hay copias de gran tamaño (145×120 cm) y algunas pequeñas (19×21 cm). Luz natural en la mayoría de los casos y tremendamente minimalistas, eliminando todo lo superfluo y creando un lenguaje propio, una foto Chema Madoz.

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Y eso es lo que nadie le puede discutir. Cualquiera puede reconocer su trabajo, todos podemos interpretar libremente sus foto-objetos. Pero creo que no es bueno caer una y otra vez en el mismo juego, en buscar una y otra vez esa metafórica pirueta que tiempo atrás nos dejaba sin habla y ahora nos agrada porque vemos algo conocido. Es como ir al Circo del Sol una y otra vez, el espectáculo puede llegar a cansar o peor aún, convertirse en un estereotipo.

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La nueva exposición de Chema Madoz será un éxito de público. Es uno de los más grandes fotógrafos que hemos tenido, reconocido con multitud de premios. Y muchos, cuando vemos sus trabajos, no hemos podido dejar de mirarlos. Yo mismo me preguntaba una y otra vez cómo hizo aquella foto en la que una cuchara tenía sombra de tenedor, o cómo había metido una nube dentro de una jaula… ¿Cómo podía imaginar esas cosas?…

La mejor forma de disfrutar esta retrospectiva es ir a verla con la mirada virgen. Descubrir a un autor que juega con los objetos y les da otro sentido. Alguien que ha creado un lenguaje nuevo, con luz natural y un blanco y negro puro. Un fotógrafo al que le gusta hacer pensar a su público.

La muestra se enmarca dentro del Festival Internacional PhotoEspaña 2015 y se podrá ver en la sala Alcalá 31 desde el 13 de mayo hasta el 2 de agosto de 2015.

 

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