El otro día estuve en el país de las maravillas y tuve la inmensa suerte de evitar que la Reina de Corazones me cortara la cabeza. Pude hacer la foto que salvó mi cuello y que ahora os muestro. En el teatro, limitado por las luces no queda más remedio que disparar con altos niveles de sensibilidad y en escenas de movimiento, confiar en la suerte (que siempre llega al que está preparado). Gracias Willy, gracias Frank.
Pues yo no tuve tanta suerte y la Reina de Corazones mandó cortarme la cabeza…pero aquí estoy, vivita y coleando…y muy agradecida porque en realidad no me la cortó…La Reina es muy amable…y la foto está preciosa. Enhorabuena.
La verdad que al principio impresiona pero estoy convencido que la Reina nunca ha matado a nadie, sino el país de las maravillas estaría vacío.