El mundo del retoque en el retrato (II)

El retrato es una de las especialidades que más me gustan de la fotografía. Es un trabajo compartido, entre dos personas. Podemos estar rodeados de mil personas, pero es algo entre el fotógrafo y el modelo. Y muchos pensarán que después todo depende del ordenador. Aquí vamos a ver que en muchos casos es cierto, pero no es necesariamente malo.

Como comenté en el anterior artículo sobre el tema, hay que seguir siempre un protocolo para lograr los mejores resultados. Y no confiar más en nuestra destreza frente al ordenador que en nuestra maestría en el disparo.

Todo tiene que estar perfecto desde el principio. Y después de la revisión en el ordenador solucionar esos pequeños problemas imprevisibles. Hay veces que, por cualquier motivo inconfesable, descubrimos  ciertos fiascos, como pelos descolocados, malas expresiones, brillos indeseados, lorzas que no están dónde deberían según cánones anquilosados…

Todo tiene que estar perfecto desde el principio. Y después de la revisión en el ordenador solucionar esos pequeños problemas imprevisibles.

Todas esas cosas se pueden resolver, como veremos. Pero mucha gente se vuelca directamente en una de las técnicas más populares en los últimos tiempos: el dodge&burn. Todo el mundo anda obsesionado con esta historia. Pero ni es la más importante ni es la única que hay que aplicar. Pero antes de seguir veamos qué es.

Dodge&burn

El dodge&burn es una técnica para retocar todo tipo de fotografías, especialmente los retratos. No es difícil, y lo digo en serio. Lo complicado es saber cómo y cuándo aplicarlo. Dedicaré unos cuántos artículos para que todos sepamos en qué consiste. Y con mucha experiencia llegaremos a aprender a hacerlo.

Lo primero es encontrar una palabra o expresión en español para hablar de esta técnica. Creo que es innecesaria la forma anglosajona. Desgraciadamente se ha impuesto y será difícil sustituirla, pero al menos voy a intentarlo. Creo que lo ideal sería hablar de reservas y quemados, igual que con la fotografía química. Quienes venimos del cuarto oscuro lo entendemos perfectamente.

Cuando proyectábamos el negativo con la ampliadora teníamos unas máscaras de distintas formas o simplemente nuestras manos para reservar (evitar que una zona se oscureciera más) y quemar (darle más luz para oscurecer la zona). Y con el dodge&burn hacemos exactamente lo mismo, pero de una forma más precisa.

Reservas y quemados podríamos utilizarlo en nuestro lenguaje fotográfico digital, pero creo que será difícil, o casi imposible, que se imponga. Si todos nos pusiéramos de acuerdo…

Esta técnica no es nueva, como habréis visto por la traducción que he propuesto. No es una invención de Photoshop. Es una adaptación de un método clásico a un lenguaje digital.

Esta técnica no es nueva, como habréis visto por la traducción que he propuesto. No es una invención de Photoshop. Es una adaptación de un método clásico a un lenguaje digital. Todos los fotógrafos de moda pedían a sus laborantes que aclararan u oscurecieran determinadas zonas de la fotografía, después de interpretar la copia inicial. Queríamos entonces dar más profundidad a la mirada, suavizar arrugas, marcar sombras… Ahora se puede hacer lo mismo pero con una precisión absoluta.

Retocada
Instrucciones de revelado

Es un buen método para mantener las texturas en la piel y no terminar convirtiendo a una persona en un maniquí. Las distintas herramientas de Photoshop y similares lo único que hacen es estropear la calidad de la piel. No estoy hablando de quitar un granito, sino de limpiar, por completo, de imperfecciones un rostro.

Muchos tenemos dudas de si es ético o no hacerlo, pero es verdad que se podía hacer lo mismo en el laboratorio químico. Pensando así se me quitan parte de las dudas que se me plantean.

Si queréis dar un aspecto profesional a vuestras fotografías hay que olvidarse de bajar Claridad en Adobe Camera RAW o Adobe Lightroom. O algo que se utiliza mucho como remedio casero y rápido que es Desenfoque gaussiano, una de las grandes aberraciones del retoque. Son métodos rápidos y sencillos para quitar arrugas y manchas, y también para desnaturalizar el resultado final. No tiene sentido gastar dinero en un buen objetivo, para luego estropear el resultado final con un filtro mal usado.

Conclusiones

Pero contra lo que piensan la mayoría de los aficionados el dodge&burn no sirve para quitar arrugas propiamente dicho. Lo que hace es, a base de mucho trabajo y muchas horas (no exagero nada), es variar la luz de las diferentes texturas que podemos encontrar en la piel, desde los granitos hasta las arrugas, así como manchas en la piel. El objetivo del dodge&burn es homogeneizar la iluminación de la piel e igualar los tonos. Un proceso extremo puede cambiar la iluminación de una fotografía completamente. Pero llevaría tantas horas que no tendría sentido.

Para trabajar bien con esta técnica es muy importante entender la luz, saber anatomía (va totalmente en serio) y tener un buen monitor para ver cada punto con toda claridad. Y si tenemos una buen tableta gráfica, mejor que mejor, aunque no es imprescindible. La única precaución que hay que tener es trabajar siempre con la imagen al 100%, para ver el detalle pero poder apreciar el conjunto. Mucha gente cree que hace falta trabajar con la fotografía ampliada al 400%, pero te impide hacer una apreciación global.

En los próximos artículos voy a enseñar muchas claves para conseguir que nuestros retratos mejoren y tengan un aspecto inmejorable, y por supuesto el dodge&burn. Y vuelvo a recordar: no tiene sentido aplicar estas técnicas en fotografías de mala calidad, con un ISO elevado o trepidadas. Hay que trabajar con fotografías de alta calidad para que merezca al pena pasarse horas y horas delante de la pantalla.

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