Ahora parece que si no publicas tus fotos en internet no eres nadie, pues nadie te conocerá. Y es verdad, no seré yo quién lo niegue. Pero el problema es que poca gente sabe reducir las fotos para la red. Aquí voy a contar mi método personal.

Hay que compartir las fotos que hagamos. No tiene sentido dejarlas en el disco duro para que nadie las vea. Mucha gente se niega por el miedo a perder su rastro y que alguien se aproveche de ellas en la intimidad de su conexión.

Por eso hay que encontrar un método que sirva para que todo el mundo pueda verlas y que aquellos amigos de lo ajeno no puedan hacer con ellas lo que se les antoje. Por lo tanto no tiene sentido publicarlas a tamaño completo a no ser que quieras compartirlas sin tapujos (algo que está muy bien) o que no sepas cómo reducirlas convenientemente.

Cómo publicar tus fotos en internet

Uno de los grandes problemas que tienen los fotógrafos es que al reducir se pierde calidad en muchos casos. Y que muchas redes sociales, en su afán por comprimir los datos perjudican hasta límites insospechados.

Es normal ver publicaciones en Facebook en las que avisan que se vena en otro espacio, como 500 px, para que no se note esa pérdida de calidad (y para que no se pierdan posibles visitas…)

También conozco a gente que cuelga sus imágenes tal cual salen de la cámara o del smartphone porque confían en la bondad de las redes que de forma anónima interpolan sus fotografías…

Y en último lugar sé de muchos que no dudan en poner marcas de agua en sus disparos para evitar las malas artes de algunos que circulan por la red que piensan que todo es gratis…

Son distintas formas de comportarse ante un mismo problemas, igual que sucede en la vida. Desde los despreocupados hasta los que están hartos de sufrir una y otra vez abusos de índole económica.

Mi caso personal

La gran mayoría de las fotografías que cuelgo aquí en FERFOTOblog son de autoría propia. Las demás son de fotógrafos de los que hablo, de cámaras que pruebo…

Y tengo un gran problema. Siempre quiero que tengan la máxima calidad y que ocupen el menor espacio posible por dos motivos: para facilitar que cualquiera, con cualquier conexión, pueda verlas y evitar que los amigos de lo ajeno se aprovechen (aunque creo que esto es inevitable).

Por eso las reduzco hasta límites insospechados con el método que describo a continuación. No pongo marcas de agua porque no me gusta manchar la fotografía y la mayoría de las veces o estropea la imagen o es borrada por los amigos de lo ajeno.

Parto de la base de que internet es compartir sin enriquecerse a costa de los demás (solo intelectualmente si acaso).

Cómo comprimir las fotografías

Voy a describir paso por paso todas las cosas que hago con mis fotografías antes de colgarlas en la red. El resultado es muy bueno desde mi punto de vista y sobre todo facilita el visionado.

• Cuando tengo la imagen definitiva para compartir reduzco el tamaño de la imagen con este proceso de Guillermo Luijk, que nos descubrió la interpolación doble:

1. Si queremos una imagen a 1024 px el lado mayor, activamos todas las opciones de la ventana Tamaño de imagen.
2. En Dimensiones en píxeles, en el lado mayor, escribimos el doble de los píxeles finales que queremos: 2048 px. Y la interpolación será Bicúbica. Damos Ok.
3. Ahora volvemos a Imagen>Tamaño de imagen y en la casilla donde hemos puesto 2048 escribimos la mitad, 1024. Pero en este caso interpolamos con el algoritmo Por aproximación.
4. El resultado es una foto web con una nitidez extraordinaria.

• Ahora tenemos la fotografía más pequeña, con un tamaño en píxeles adecuado para ver bien en las redes sociales. Pero hay que bajarla de peso. Para hacerlo es muy cómoda la función Archivo>Exportar>Guardar para web (heredado).
• Es una opción que Adobe no va a volver a mejorar (de ahí el nombre de heredado) pero que la deja activa para nostálgicos como yo.
• Lo buena de esta opción es que puedes ver el grado de compresión en directo. Personalmente siempre marco 2 copias
• Y dentro de Ajustes preestablecidos elijo Formato Jpeg y una Calidad de 50, aunque muchas veces llegó a 30. La idea es comprimir tanto que si alguien intenta hacer algo con la fotografía (cambiarla de tamaño, recortar,…) el archivo quede tan dañado que sea irreconocible.
• Por supuesto marco Convertir en sRGB para tener el espacio de color de internet y conservar Información de copyright y de contacto (por si alguien quiere localizarme).

Así consigo fotografías que no pesan más de 200 K con una calidad y un tamaño perfectos para verlas a pantalla completa, siempre y cuando no sea una 4K.