Siempre me ha gustado fotografiar en los museos. Aprovechar la iluminación tenue que viste a las obras de arte y sobre todo, observar a través de la cámara cómo se relaciona la gente con ellas. Una obra de arte no tiene sentido si no puede ser disfrutada por el pueblo. Si miras un cuadro cobra vida.

Otra cosa es la manía que tienen en muchos museos de prohibir hacer fotos, ¿por qué? Para evitar que se estropeen es la respuesta en la mayoría de los casos. También me han dicho que es por el tema de los seguros (?????). La mejor respuesta que me dieron fue: «Para que usted compre las postales».

Por eso aplaudo la decisión del museo Reina Sofía, que nos deja disparar libremente salvo al cuadro de la sala más visitada: ¿por el precario estado de conservación que impide el desplazamiento y que es incapaz de aguantar el inoportuno flashazo del turista imprudente (entiendo que miles de fogonazos pueden perjudicar a una obra de fama internacional) o por las postales que se quedarían sin vender de su joya más preciada y que por sí sola justifica la visita al museo? Habrá que acudir a los informes de los especialistas. Es curioso, pero el blanco y negro del Guernica parece inspirado directamente por la fotografía de guerra que ilustraba la prensa de entonces.

Ayer me acerqué al CaixaForum de Madrid del paseo del Prado. La remodelación de la antigua Central Electrica del Mediodía llevada a cabo por Herzog&De Meuron es uno de los hitos arquitectónicos de los últimos años. Pero es estupendo que además de tener un excelente envoltorio (qué escalera) las exposiciones, actos, librería y demás brillan con luz propia. Si podéis no dejéis de ver la retrospectiva de Barceló.

Pero a lo que vamos. La exposición del premio Fotopres´09 es para quitarse el sombrero. Cada reportaje tiene un montaje distinto, diferenciador, acorde con lo que su autor nos quiera contar (así al menos lo aprecié). Por ejemplo, el primer premio de Emilio Morenatti puede verlo de golpe y detenerte, si soportas la presión, en cada uno de esos rostros destrozados por el no pensamiento machista. Sin embargo, el trabajo de José Luis Expósito sobre la convivencia de inmigrantes subsaharianos en Barcelona, totalmente alejado de los estereotipos, exige que el espectador se detenga en todas y cada una de las imágenes, colocadas como si estuvieran en la pared de un salón. Viva la diferencia.

Pero por lo que más me ha llamado la atención esta exposición es por todo lo que le rodea: las visitas guiadas, los talleres para niños y colegios, las conferencias a lo largo del mes, el excelente vídeo donde se entrevista a los ganadores, el catálogo a un precio lógico (20€),… Una exposición nunca debería limitarse a una procesión de fotografías que los fieles van mirando siguiendo un camino marcado en el suelo de la sala, eso lo dejamos para las tiendas de muebles baratos. Con ganas (y está claro que con dinero) se pueden hacer cosas originales.

Muchos dicen que el fotoperiodismo ha muerto, pero proyectos como este me hacen creer en la resurrección.

Si te gusta la fotografía, la naturaleza, los mejores sitios para descansar y la mejor comida no dejes de visitar la página www.aldeaperdida.com donde podrás apuntarte a los cursos que doy allí los fines de semana, en el pueblo de Prieres, en el espectacular parque natural de Redes, en Asturias.

Durante el curso, conoceremos a fondo nuestra máquina, veremos cómo tratar las fotografías y aprenderemos a mirar, a componer para llevarnos a casa la grandeza del paisaje. Veremos libros, cámaras antiguas y tendremos  una noche de cine. Y comeremos y dormiremos como auténticos reyes.

El hotel rural «La aldea perdida» está dentro del club de calidad «Casonas Asturianas«. El parque es uno de los grandes desconocidos de España, con enormes hayedos habitados por las criaturas del bosque. No hay que olvidar que estamos en uno de los mejores lugares para conocer a fondo el mundo de la berrea.

Si quereis no vemos en Asturias con la cámara al hombro

Cuando puedo me pierdo por los Picos de Europa y alrededores. La fotografía es una de las maneras de mostrar respeto a la naturaleza que te rodea. Siempre te ves pequeño.

Cuando salgo de casa por la mañana, y bajo por las escaleras, esto es lo primero que veo. Y es que no hace falta irse al Caribe para hacer fotos, hace falta irse al Caribe para desconectar. Todo se puede fotografiar si te detienes a mirar.

Alcalá es una de las ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad, entre otras muchas cosas por ser la cuna de Miguel de Cervantes. No puedes dejar de visitarla. Y a la hora de hacer una foto, cuánto más sencilla mejor.