Esta fotografía de una sábana al viento puede considerarse el inicio de mi serie Cortinas de niebla. La realicé hace muchos años en uno de mis primeros viajes a Asturias.
Recuerdo que los dueños del refugio me vendieron una botella de agua por 25 pesetas. Hace poco la he escaneado de nuevo y aquí la podéis ver en todo su esplendor. Es una de mis favoritas, una de mis cinco jotas.
Pura magia, me encanta…
Besos.
Ana
Lo que fue mágico fue llegar hasta allí. Cuando la gente se da la vuelta porque hay niebla, yo disfruto de ella solo o bien acompañado.
Me encanta, Fer!!!