Ayer fue el día en el que se presentaron los ganadores del último World Press Photo. La fotografía ganadora es del fotógrafo australiano Warren Richardson. Una impactante foto de una de las mayores tragedias de la historia de la humanidad en pleno siglo XXI.
El World Press Photo es uno de los concursos más importantes de fotoperiodismo a nivel mundial. Lograr algún premio del WPP supone alcanzar la gloria fotográfica y un justo premio a los esfuerzos denodados que supone tomar una fotografía en cualquier rincón del planeta que sea capaz de contar una historia que nos haga reflexionar al abrir las hojas del periódico, de las extintas revistas o de la página web.
Este año el premio ha recaído en el trabajo de Warren Richardson en las fronteras entre Serbia y Hungría. Una imagen que retrata de forma clásica el drama de los refugiados en Europa. Pero mejor dejemos que él nos cuente cómo la hizo:
Acampé con los refugiados durante cinco días en la frontera. Llegó un grupo de unas 200 personas, que se colocaron bajo los árboles en la línea de la valla. Enviaron a mujeres y niños, luego a los padres y a los hombres de mayor edad. Debí estar con ellos unas cinco horas, y estuvimos jugando al ratón y al gato con la policía durante toda la noche. Estaba agotado cuando saqué la foto. Eran como las tres de la mañana y no podías usar el flash porque la policía estaba intentando encontrar a esta gente, y entonces les estaría entregando. Solamente pude usar la luz de la luna.
Un padre (espero que dé igual su nacionalidad) intenta pasar a su hijo recién nacido por un alambre de espino que colocó la policía (da igual su nacionalidad). Ha tenido que esperar a que anochezca para poder pasar por las afiladas concertinas a su hijo pequeño a las tres de la mañana. La fotografía está iluminada por la tenue luz de la luna.
Cuenta todo con un encuadre mínimo, casi minimalista si no fuera por las enrevesadas concertinas que tanto daño pueden hacer en la piel. El hecho de presentar la foto en blanco y negro acentúa ese carácter clásico que tanto ha gustado al jurado de este año. De hecho es la primera World Press Photo of the Year en blanco y negro que premian desde 2009.
Las posibles polémicas del World Press Photo 2016
Llevan muchos años con polémicas por ciertos problemas técnicos. Y afortunadamente en esta ocasión no ha salido nada todavía. Siempre sale a la palestra el tema del exceso de retoque, o la posible manipulación de los datos, o la escenificación de la toma…
Este año la polémica ha ido por otro lado y afortunadamente ha terminado pronto. Muchos medios han comentado que esta no es la foto del año, que la foto que más nos ha marcado ha sido la de la muerte de Aylan. Pero parece ser que Nilufer Demir no se ha presentado al concurso. Fin de la polémica.
También se han empezado a oír voces sobre el revelado de la fotografía tomada a las tres de la madrugada. Que si es imposible tanta luz a esa hora, que si la luz de la luna no vuelve los cielos blancos y se refleja de semejante forma en la piel de un niño…
Si atendemos a los datos técnicos la fotografía está tomada con una Canon EOS 5D Mark II y un objetivo 24 mm f1.4 a 6400 ISO. Quien haya tenido entre manos semejante equipo sabrá que es posible, y si vemos que la velocidad es un 1/5, con más motivo. Es verdad que a lo mejor se han subido los blancos, pero es algo que está permitido por las nuevas y restrictivas normas, así que espero que la gente no le de más vueltas… Incluso seguro que alguno dirá en serio que está manipulada pues está en blanco y negro…
Conclusión
Este año parece que por fin se va a hablar de fotografía. De las locuras de los malvados, de la grandiosidad de la naturaleza y el don de algunos hombres buenos. Por fin podemos hablar de lo realmente importante. De la fuerza de la imagen por encima de todas las cosas y cómo nos puede ayudar a comprender el mundo.
Y como algunos son capaces de dar puntos de vista distintos que invitan a la reflexión, a la posibilidad de conocer historias que muchas veces permanecen escondidas. Este premio es un justo reconocimiento a todos los que día tras día salen con la cámara a contar la historia.
