Vivian Maier

Vivian Maier volverá a Madrid

Hace tiempo que saltó la noticia en los medios. Habían descubierto la obra de una mujer desconocida, Vivian Maier, con una fuerza visual y un estilo único. Todavía hoy están preparando y organizando todo su archivo, de más de 100000 negativos, para hacerla pasar a la posteridad. Y su obra se expondrá en Madrid este verano.

Vivian Maier es una de las sorpresas fotográficas más refrescantes de los últimos años. Quizás el descubrimiento más grande desde que Berenice Abbot presentó al mundo a Eugene Atget.

Murió en 2009, anónima y pobre. En 2007 se vendió su archivo en una subasta, pues lo tenía abandonado en un trastero. Lo compró John Maloof por 400$. Aquella primera compra de 30000 negativos fue una revelación para su nuevo dueño, que hizo todo lo posible para hacerse con el resto del archivo, hasta llegar a los 100000. Algunos carretes estaban sin revelar, lo que aumenta el misterio y señala la precariedad económica de Vivian Maier.

Vivian Maier

La historia de esta fotógrafa, desconocida hasta hace bien poco, es tremenda, propia de una película en la que la muerte sale al final victoriosa, pues niega a la protagonista el reconocimiento de su obra en vida. Su vida se une a la de decenas de artistas que murieron sin saber que su obra iba a quedar para la posteridad, y que serían admirados por todo el mundo.

La única vez que apareció su nombre en la prensa, antes del descubrimiento, fue en su necrológica, que publicaron el 23 de abril de 2009 los únicos que no se olvidaron de ella en sus últimos años, los niños ya mayores que cuidó:

Vivian Maier, orgullosa nativa de Francia y residente en Chicago desde hace 50 años murió en paz el lunes.
Segunda madre de John, Lane y Matthew.
Un espíritu libre y cercano que mágicamente tocó las vidas de todos los que la conocían.
Siempre dispuesta a dar su consejo, opinión o una mano.
Crítica de cine y fotógrafa extraordinaria.
Una persona muy especial que echaremos mucho de menos, pero con una vida larga y maravillosa que todos celebramos y siempre recordaremos.

Esta necrológica es muy significativa, pues desmonta dos mitos que han ido creciendo más y más. El primero es que nadie sabía que se dedicaba a la fotografía. Y el segundo es que murió sola y olvidada. Por lo menos los niños que cuidó se acordaron de ella e intentaron aliviar la soledad de sus últimos años.

El misterio de Vivian Maier

Su verdadera historia nunca se podrá escribir, y todo se hará a base de especulaciones. A no ser que un día de estos aparezcan sus diarios, que todo es posible.

Vivian Maier

Me cuesta tanto entender que semejante monstruo de la naturaleza hay permanecido escondido tanto tiempo que puedo esperar cualquier cosa. No entiendo que Vivian Maier, apenas sin formación artística, que se dedicó toda su vida a cuidar niños, tuviera semejantes cámaras: una Rolleiflex cuando trabajaba con formato medio y una Leica cuando se pasó a los carretes de 35 mm (no eran ni son cámaras precisamente baratas).

Vivian Maier

Pero más allá de las cámaras (algo en lo que me fijo sólo por que no eran accesibles para los aficionados), me sorprende que alguien sea capaz de disparar como los grandes maestros de la fotografía de calle, como Diane Arbus, Helen Levitt o Walker Evans sin conocerles ni tener trato con ellos.

La única confirmación que tengo con esta historia que parece mentira es que el fotógrafo nace, no se hace. Todos, menos los elegidos, haremos fotos bonitas después de mucho trabajar, pero nunca llegaremos a lo más alto.

La única confirmación que tengo con esta historia que parece mentira es que el fotógrafo nace, no se hace.

Son las imágenes de alguien que ha estado toda su vida con una cámara al hombro, retratando cada instante precioso que se cruzara ante sus ojos. Primero con una cámara de estómago, o de respeto, como me gusta llamarlas, pues tienes que agachar la cabeza cada vez que miras por el visor invertido. Y luego con una cámara que te ayuda a ser invisible, como la Leica.

La vida de la niñera fotógrafa

Era de origen francés. Lo curioso es que nació en Nueva York, pero sus padres volvieron a Europa cuando era una niña. Parece ser que cogió un barco con 25 años para volver a América. Allí trabajó en Nueva York y en Chicago como niñera. Pero la vida no le fue bien. Terminó sola y olvidada. Sin embargo, por un azar del destino, será recordada como una de las más grandes fotógrafas del siglo XX. No es más que una buena historia que termina mal para la protagonista.

Parece ser que lo único que pedía en la casa donde trabajaba era un cuarto propio con una llave. Algo normal. Lo misterioso es que nadie sabía a ciencia cierta que hacia dentro de la habitación. Dormir y fumar cigarrillos a escondidas, pensarían los dueños de la casa.

Pero dentro estaba dando forma a uno de los trabajos más potentes que se han visto. No es la primera vez que pasa algo así. Eugene Atget fue un desconocido hasta los últimos años de su vida. A Virxilio Vieitez sólo le conocían en su pueblo. Piedad Isla tenía un nombre en su comarca. Y ahora, sobre todo el gran Eugene Atget, son figuras internacionales. Pero fueron descubiertas y reconocidas en vida.

El trabajo de Vivian Maier lo podemos descubrir en la página web que han creado y en el blog que no se actualiza desde 2013. Y ya podemos ver el exitoso documental sobre su vida Finding Vivian Maier, que incluso fue nominado a los Oscar de 2104.

Los seres marginales, como los borrachos y los excluidos, las hermosas mujeres y las señoras orgullosas, los niños que tanto adora, y sobre todo ella reflejada en todo momento en el acto de fotografiar, son los temas predominantes que podemos ver en su obra, que se compone de más de 100000 negativos, algunos de las cuales ella no llegó a ver pues nunca tuvo dinero para revelarlas.

Vivian Maier en Madrid

La Fundación Canal de Isabel II dedicará una exposición a Vivian Maier entre el 9 de junio y el 16 de agosto de 2016. Podremos volver a comprobar si son merecidas las alabanzas que está recibiendo el trabajo de esta mujer, después de la exposición de Valladolid en 2013 y una más reciente en una galería madrileña que fue criticada por la mala calidad de las copias.

Vivian Maier

Su cámara de formato medio de doble lente, la Rolleiflex, era la misma con la que trabajaban Diane Arbus, Richard Avedon… Muchos se la compraran en el mercado de segunda mano pensando que podrán hacer lo mismo. El genio no se compra.

Viendo sus fotos parece fácil disparar, acercarse a la gente, mirar por el visor y detener el tiempo. Pero no lo es, y lo que ella consiguió sin ser consciente (y eso le hace aún más grande, como sucede con Atget) es crear un universo propio en el que todo se mueve de forma armoniosa y es congelado en cualquier momento, menos en el decisivo. Ella también superó esa fuerte creencia. Y lo mejor de todo es que lo hizo de manera totalmente inconsciente.

3 comentarios sobre “Vivian Maier volverá a Madrid”

  1. Buenas…
    Muchas gracias por tu comentario. Seguro que te encanta esta fotógrafa. Ha sido una sorpresa para muchos.

  2. Buen artículo, que no había visto ahora, disculpa el retraso.
    Hablando de las copias, las de la exposición de 2015 no me parecieron tan malas, sí me pareció que no fue una exposición ni por número ni por selección de imágenes la mejor puesta de largo de Vivian Maier en Madrid. También he visto la de este año, y mi curiosidad anda en relación a qué tipo de copias fotográficas serán las expuestas en la Fundación Canal: químicas o digitales.
    No he encontrado ni rastro de esta información por ningún lado, y me parece extraño.
    Saludos

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