Fujifilm GFX 50s

La locura del formato medio digital

De repente todo el mundo desea una cámara de formato medio digital. De repente, algunas marcas sacan nuevos modelos con un sensor de tamaño monstruoso. ¿Nos hemos vuelto locos? ¿A todo el mundo le ha tocado la lotería?

El formato medio es más antiguo que el famoso FF, como mal llaman al sensor de 24×36 mm, que tiene el mismo tamaño que el famoso negativo de 35 mm que vino a conquistar el terreno que tenía hasta entonces el formato medio.

Pero ahora, gracias a Pentax, a la revolucionaria cámara de Hasselblad y a la puntilla de Fuji con su GFX 50S, parece que todos estamos como locos por hacernos con una de estas maravillas.

Un poco de historia

En los tiempos en los que apareció la famosa Leica que revolucionó la fotografía, los locos años 20, todos los fotógrafos (los únicos que tenían cámaras junto con los burgueses pudientes) llevaban pesadas máquinas de gran formato sobre trípode, o las conocidas cámaras de fuelle, con esos enormes negativos 120 o 220 que permitían sacar negativos de 6×6, 6×7 o incluso 6×9 cm.

Leica I

Es decir, Leica vino para facilitar el trabajo de los fotógrafos gracias a la reducción del tamaño. Hasta entonces la mayoría de los positivos eran por contacto. Y con aquella Leica I se creó la necesidad de ampliar por proyección para conseguir una fotografía de un tamaño lógico.

La versatilidad del 35 mm, despreciado por muchos profesionales de la época, hizo que el formato medio quedará olvidado en el fondo de los armarios y sólo estuviera en manos de los profesionales.

El formato medio hasta el día de hoy

Qué tiempos aquellos en los que Hasselblad viajaba a la Luna, Fred Astaire aparecía con una Rolleiflex colgada al cuello cuando hacía de Richard Avedon en Cara de ángel

Las cámaras de formato medio se convirtieron en cámaras míticas para los fotógrafos aficionados, y en el pan de cada día en los estudios de mayor prestigio.

Porque disparar con semejantes equipos es garantía de calidad. Te miran de otra forma si de tu cuello cuelga una Hassel. Y tú lo sabes. Sólo que no le das importancia, pues realmente no la tiene.

Es una sensación maravillosa cargar una Rollei, pasar la película, encuadrar con todo al revés y lograr esa definición única que no teme a las ampliaciones.

Rolleiflex f2,8

Pero si nos acercamos a las primeras cámaras de formato medio digitales la cosa cambió bastante. Seguían siendo las reinas del estudio, pero a ISOS altos dejaban mucho que desear. Y estos hablando de 400 ISO…

Pero llegó la revolución con la Pentax 645Z y sus 6400 ISO. Desde entonces las cámaras de formato medio, gracias a los nuevos sensores CMOS de Sony (y en detrimento de los CCD de Kodak) empezaron a bajar de precio y por lo tanto, más fáciles de amortizar para un estudio. Otra cosa es que dicho estudio tenga un cliente que quiera pagar semejante calidad. Y si hablamos del respaldo Phase One IQ250

El formato medio en la actualidad

Resulta que hace unos días Hasselblad presentó su nueva cámara de formato medio sin espejo, la Hasselblad X1D. Y en Photokina han destapado la futura Fujifilm GFX 50S, también sin espejo… Y desde tiempo inmemorial suenan rumores de que Canon, Nikon y Sony quieren sacar la suya.

Hasselblad X1d

¿Estamos locos? ¿Quién necesita semejantes tamaños? ¿Quién tiene dinero para comprarlas? ¿Quién las va a amortizar? ¿Tiene sentido esta nueva revolución que vuelve a los orígenes de la fotografía, cuando todo era grande?

Nunca negaré que a mayor tamaño de sensor, mayor calidad de imagen, mejores ampliaciones, y si todas estas cámaras tienen la calidad que se les presume, tendrán un rango dinámico impresionante.

Pero estamos hablando de pagar en torno a los 10000€ por una cámara con un objetivo. Hoy en día conozco a muy poca gente que pueda amortizar semejante compra, aunque muchos serían capaces de hacer maravillas con ellas, eso sí.

Hoy por hoy, una cámara con semejante precio es un suicidio económico. Quien pueda permitírsela disfrutará muchísimo, y espero que las utilice para hacer grandes ampliaciones y no para las redes sociales, donde no se notaran las diferencias con una Nikon D810 o una Sony A7II con las mejores ópticas del mercado y por mucho menos dinero.

Reconozco que soy uno de los que estaría encantados de poder hacer sus fotos con estas máquinas, pero con los tiempos que corren dudo que no tuviera que venderla a los dos días y que alguien la compre de segunda mano… Espera… Vamos, os animo a que os compréis ya una de estas nuevas cámaras de formato medio…

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