La semana pasada tuve la suerte de asistir a los II Encuentros Internacionales de Fotografía de Aranjuez. Me dieron el taller de edición impartido por Cristobal Hara, un fotógrafo recolector de imágenes. Estuvo a punto de dejar la fotografía, pues consideraba que copiaba. Probó de todo, hasta que se encontró con el color, y con él, su mundo. Es uno de los fotógrafos más conscientes del poder del lenguaje visual, distinto del lenguaje literario, que a tantos nos cuesta abandonar con una cámara entre las manos.
En el taller estuvimos viendo y comentando todos los trabajos de los alumnos. Ya os digo que muchas veces la mejor manera de aprender es ver fotografías, y si es de la mano de un maestro como Cristóbal, pues ya ni os digo. Presenté tres trabajos: Ojos abiertos, Aniversario y El espectador. Éste último fue el que mejor acogida tuvo. Llevo tres años con él y todavía no lo he terminado. Aquí tenéis un ejemplo.
Y lo mejor es aprender de los que saben,,siempre, siempre hay que aprender…toda la vida aprendiendo