Hoy he podido acercarme de nuevo a las inauguraciones de las exposiciones de PhotoEspaña 2016, centrada en la idea de Europa. Tocaba pasarse por el Círculo de Bellas Artes y el CentroCentro de Cibeles. De todas las que he visto hoy me quedo sin lugar a dudas con la retrospectiva de Louise Dhal-Wolfe.
PhotoEspaña es un festival con un prestigio internacional, en algunos medios lo consideran uno de los mejores del mundo. Tiene tantas exposiciones, proyectos, talleres y actividades que te pierdes por un mar de imágenes. Por eso aunque intento ver todo lo posible, al final no hay tiempo. Y no queda más remedio que seleccionar.
Lo he dicho otras veces, pero pienso que este festival ha caido muchos años en el elitismo del arte, esa forma de entender la fotografía sólo para unos pocos, donde si no entiendes el conceptualismo, por poner un ejemplo, no eres bien recibido en sus salas. El arte para unos pocos.
Pero por lo poco que llevo visto este año creo que por fin van a acercar la fotografía a todos los públicos, desde los modernos que acercan la cabeza al cigarro y no al revés, hasta la gente que lleva a los niños a una sala para iluminarles la mirada. (siempre diré que soy fotógrafo por una exposición de Cristina García Rodero a la que me llevaron mis padres). Todos tienen que disfrutar.
No entiendo la mania de intelectualizar el arte hasta límites insospechados. No entiendo que la escuela de Düsseldorf tenga que ser santo y guía de todas las exposiciones. No entiendo que haya que explicar una fotografía.
Louise Dhal-Wolfe en PhotoEspaña 2016
Por eso ha sido una bendición encontrarme este año con la exposición Con estilo propio. Louise Dhal-Wolfe. Esta mujer fue una de las pioneras del mundo de la moda. Algunos la conocen por ser la descubridora de Lauren Bacall. Gracias a una de sus fotos Howard Hawks la localizó e hizo que todos quisieramos silbar en Tener y no tener.
A otros también nos suena porque Richard Avedon siempre reconoció la deuda que tenía con ella, como bien nos ha recordado Oliva María Rubio, comisaria de la exposición. Ella fue la primera que sacó a las modelos del estudio y les insufló vida. También se sacó de la manga las grandes producciones en lugares exóticos. De hecho, nadie puede dejar de recordar el retrato de Dovima entre elefantes de Avedon después de ver una de las fotografías de Louise, realizada años antes.
Trabajó en Harper´s Bazaar con todos los grandes de la revista, los mismos que moldearon a todos los fotógrafos que han pasado a la historia de la moda: la editora Carmel Snow, el directo de arte Alexey Brodovitch y Diana Vreeland, editora de moda. Y gracias a ellos también se adentró en el mundo del retrato y del desnudo.
De hecho también fue una pionera a la hora de sacar a las grandes estrellas de Hollywood a la calle, lejos de los focos estereotipados del estudio, donde los actores y actrices dejaban de ser ellos para convertirse en seres míticos. Y en cada uno de los retratos de Louiose se aprecia el agradecimiento de todos ellos por sacrles del cliché.
Realmente no se sabe por qué no ha pasado a la historia como todos sus míticos compañeros. Tal vez, como ha señalado la comisaria de la exposición, ella misma no quería la fama y pensaba que sólo hacía arte popular, su trabajo. No tenía ninguna pose y no intentaba ordenar su pensamiento con palabras ampulosas.
Las demás exposiciones del día de hoy
En el Círculo de Bellas Artes han inaugurado también Transiciones. Diez años que trastornaron Europa, una colectiva que cuenta los años 80 en Europa, desde la llegada de la dama de hierro al Reino Unido en 1979 hasta la caida del muro de Berlín. Grandes nombres adornan las paredes: Martin Parr, los Becher (no faltan ningún año, ellos o sus alumnos consagrados), Paul GRaham, Peter Fraser… Una curiosa recopilación.
También hemos podido ver el trabajo del emocionado Federico Clavarino, El castillo, donde disecciona Europa desde un libro que se ha convertido en una pequeña exposición en la sala Minerva del Círculo. Es impresionante lo que el azar puede hacer con la fotografía. Hay que verla.
Y para terminar Rostros. Fotografía europea de retrato desde 1990, en CentroCentro, una prometedora exposición en la que se documenta la interpretación de la identidad europea a través del trabajo de los principales retratistas de los últimos 25 años. De nuevo pulula por el aire el olor de la escuela de Düsseldorf, con los grandes retratos de Thomas Struth palidecen bajo la sombra de los maestros García Alix cuando nos dejaba soñar por nosotros mismos o Anton Corbijn.
Ya teneis planes fotográficos para volver a Madrid durante lo que parece que será un caluroso verano.