Las babas del diablo de Julio Cortázar

Esto escribe Julio Cortázar en el cuento que inspiró a Antonioni su muy discutible película Blow up. Sinceramente, no se pueden añadir más. Pocas veces se puede decir tanto de nuestra profesión con tan pocas palabras.

Entre las muchas maneras de combatir la nada, una de las mejores es sacar  fotografías, actividad que debería enseñarse tempranamente a los niños, pues exige disciplina, educación estética, buen ojo y dedos seguros… cuando se anda con la cámara hay como el deber de estar atento, de no perder ese brusco y deliciosos rebote de un rayo del sol en una vieja piedra, o la carrera trenzas al aire de una chiquilla que vuelve con un pan o una botella de leche.

Algún día tendré que escribir la relación de los escritores con la fotografía. Que no todo es hablar del mismo Julio Cortázar o de Juan Rulfo, por decir dos de los escritores que mejor vieron la consecuencia de las cámaras.

Y aprovecho para confesar una cosa: No me gusta Blow up. Ya lo he dicho. Qué tranquilidad, qué sosiego. Creo que es una de las películas más enrevesadas y mitificadas de la historia. Es verdad que sólo pude aguantarla una vez, y que tal vez tengo que volver a verla. Pero no puedo con ella. No entiendo cómo pudo Antonioni hacer eso con el gran cuento del argentino. A lo mejor algún día veo algo bueno en ella, pero tengo mis dudas. Espero no haber molestado a nadie con esta confesión.

No aguanto al protagonista, me cae mal. Menos mal que sus fotos no son suyas y son de David Bailey, creo recordar. Lo malo es que parece ser que está inspirado en él. Dicen que esa fue una época loca, pero sinceramente no me hubiera gustado vivirla.

3 comentarios sobre “Las babas del diablo de Julio Cortázar”

  1. Prometo que cuando vuelva a París, y espero que no me falte mucho, pondré varias fotos para ilustrar el mundo de Cortázar

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