historia del cine

Las cámaras de fotos cambian la historia del cine

En el momento que la Canon EOS 5D Mark II llegó al mercado, el curso de la historia del cine cambió. Ahora mismo, cualquiera de nosotros -con una buena idea, claro está- podemos rodar una película con calidad profesional con una cámara de fotos digital. Ellas han socializado el cine.

Hace mucho, mucho tiempo, las cámaras de fotos digitales empezaron a tener la posibilidad de grabar vídeo. La pionera fue la Nikon D90, pero la aparición en el mercado de la Canon EOS 5D Mark II marco un antes y un después. Ella es la que inició el cambio de la historia del cine.

Hasta ese momento, la única manera que había para rodar era alquilar o comprar (en caso de ser multimillonario) equipos capaces de rodar en alta definición para conseguir resultados profesionales. Por ejemplo, la famosa Sony F900 fue la primera cámara de vídeo que nos daba ese aspecto tan casero, como pasaba cuando veíamos las primeras películas del cine Dogma de Lars Von Trier y compañía, donde la resolución era un auténtico problema.

Hay que recordar que la primera película rodada en alta definición fue El ataque de los clones (2002) de George Lucas, y ese fue el momento en el que los cinematógrafos y los directores empezaron a cambiar sus ideas respecto al digital.

Fue el principio del fin de la película. George Lucas es el director que enseñó a todos el camino a seguir y que nos diéramos cuenta de que el mundo digital es solamente una herramienta. El mismo discurso que muchos fotógrafos tuvieron que dar cuando sus compañeros les discutían el paso al mundo del silicio.

Pero a nivel casero, a nuestro nivel, apenas podíamos soñar en hacer películas con un acabado propio de las películas de Hollywood. No podemos permitirnos esos equipos ni seguramente tendremos sitio en casa para guardarlos. Pero los fabricantes empezaron a ver un filón en este punto, algo que les venía fenomenal ante el aluvión de teléfonos móviles y la facilidad de hacer y sobre todo compartir fotografías.

Creo que en Canon no fueron en absoluto conscientes de la caja de Pandora que abrieron con la segunda generación de su 5D. Se podría decir que si en su momento (y hoy) era buena para la fotografía pura y dura, para el vídeo en alta definición era todavía mejor.

Es verdad que tiene problemas para reproducir los rojos, que el formato de vídeo h.264 está muy comprimido y no es adecuado para la postproducción, que es mejor trabajar con una sensibilidad de 160 ISO y sus múltiplos que 100 ISO, etc… Si queréis, podré hablar un día del vídeo digital largo y tendido, pues ahora todos los fotógrafos tenemos que hacernos camarógrafos…

Desde su aparición, en muchas escuelas y agencias empezaron a hacer pruebas y se dieron cuenta del potencial del vídeo en alta definición de estas cámaras. Tan bien le salió la jugada a Canon, que todos los fabricantes se vieron obligados a sacar nuevas cámaras con el plus del HD como principal baza. Nikon, Panasonic, Sony… sacaron nuevos modelos, pero la 5D ya estaba inundando las agencias y se estaban haciendo campañas con ellas, como vemos a continuación:

Pero no solo se empezaron a rodar anuncios con estas cámaras, sino que el mundo de las series fue la siguiente conquista. El último capítulo de la sexta temporada de House, esa serie en la que los pacientes siempre parecían estar enfermos de lupus y había que hacerles una trepanación hasta que justo al final el doctor se daba cuenta de que lo que les pasaba era no se tapaban bien por las noches, fue rodados con una 5D.

El resultado fue perfecto. Nadie notó la diferencia, salvo quizás los profesionales. La calidad de imagen está fuera de toda duda y permite ser proyectada a gran tamaño. Desde entonces los estudiantes y las productoras con poco presupuesto empezaron a ver el futuro de otra forma.

Ya es posible rodar con una calidad profesional sin endeudarse hasta las cejas con cámara que cuestan menos de 1000€. Y con ayuda de programas como Final Cut Pro o Adobe Premiere Pro, todos podemos hacer una película que puede llegar a estar nominada a los Oscar.

Y como bien sabéis los adictos a la tecnología, a día de hoy ya podemos encontrar equipos que nos permiten rodar a 4K. Incluso la 5 dedos, como se la llamó cariñosamente, ha quedado obsoleta. Y muchos han terminado reconociendo que zapatero a tus zapatos y han vuelto a los brazos de las nuevas cámaras de vídeo profesionales que han aprendido la lección. Y muchas cámaras de fotos ya la superan ampliamente.

Otra cosa muy distinta es que tengamos ideas y dominemos la técnica y el mundo de la creación como nadie. El corto Aquel no era yo se rodó íntegramente con una Canon EOS 7D, y fue la única representación española en los Oscar de 2013.

Y es que, como dice el gran Martin Scorsese en una carta dirigida a su hija:

Entonces, ¿por qué es tan brillante el futuro? Porque, por primerísima vez en la historia de este arte, las películas pueden hacerse por muy poco dinero. Esto era impensable cuando yo era joven, y las películas de presupuesto extremadamente bajo siempre han sido más una excepción que una norma. Ahora es al revés: puedes obtener imagines hermosas con cámaras asequibles. Puedes grabar el sonido. Puedes montar y corregir el color en tu casa. Todo esto es una realidad.

Palabra de un grande del cine. ¿Vosotros que pensáis?

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